El pronóstico, la respuesta al tratamiento y las alteraciones genómicas en el momento de la recaída según la sensibilidad a la terapia endocrina (hormonal) adyuvante (después de cirugía) siguen siendo inciertos. El estudio presentado por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO por sus siglas en inglés), celebrada en Chicago, analiza los datos de aquellos pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos (RH+) del estudio RegistEM (GEICAM/2014-03) que desarrollan enfermedad metastásica durante o después de la terapia endocrina adyuvante, explorando las características clínicas, el pronóstico y las alteraciones genéticas encontradas en el ADN tumoral circulante durante la recaída de estos pacientes.
El momento de la recaída es determinante en lo que se refiere a la respuesta terapéutica y supervivencia, pues los pacientes en los que se presenta resistencia primaria (recaída en los dos primeros años de terapia endocrina adyuvante), secundaria (tras los dos primeros años o antes del año de completar la terapia endocrina adyuvante) o con sensibilidad a la terapia endocrina (recaída tras el primer año de completar el tratamiento endocrino adyuvante), constituyen grupos clínicamente diferentes. “Las pacientes con resistencia primaria tienen peor respuesta a la primera línea de tratamiento y peor supervivencia global que las que presentan resistencias secundarias o recaídas hormonosensibles”, explica el doctor Ángel Guerrero-Zotano, investigador de GEICAM y oncólogo médico del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). “Esta clasificación de la enfermedad cuando recae, en función de la sensibilidad a la terapia hormonal adyuvante, tiene implicaciones en el pronóstico muy claras y debe ser tenida en cuenta a la hora de tomar decisiones terapéuticas y también para el diseño posterior de ensayos clínicos”, subraya este especialista.
Asimismo, han sido identificadas en el ADN tumoral circulante de los pacientes con resistencia primaria y secundaria a terapia endocrina alteraciones genómicas asociadas a un mal pronóstico en términos de supervivencia. Se trata de alteraciones genómicas tratables, para las que se dispone de fármacos, entre las que destacan mutaciones en el receptor estrogénico (gen ESR1) y en el gen del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés). “Siempre hemos sabido que la vía EGFR está implicada en la resistencia a la terapia hormonal adyuvante en enfermedad avanzada, pero disponer de un mayor conocimiento nos ayudará a usar los fármacos adecuados y a seleccionar de forma correcta a los pacientes que se pueden beneficiar de estos fármacos”, señala el doctor Ángel Guerrero-Zotano.
RegistEM es el primer registro de cáncer de mama avanzado en España a gran escala, puesto en marcha por GEICAM. Es un estudio retrospectivo y prospectivo que analiza datos clínicos, anatomopatológicos y de tratamiento recogidos en la práctica clínica de pacientes con cáncer de mama avanzado (localmente avanzado no resecable o metastásico) tras una recaída de la enfermedad después de terapia para cáncer de mama localizado o como primer diagnóstico. En esta investigación participan 38 hospitales españoles que aportan datos de más de 2.000 pacientes.
Información predictiva del beneficio de la capecitabina en cáncer de mama triple negativo
En la reunión anual de ASCO también se han presentado nuevos datos del ensayo clínico GEICAM/2003-11_CIBOMA/2004-01, que evidenció la necesidad clínica de identificar subgrupos de pacientes con cáncer de mama triple negativo - el más agresivo, de peor pronóstico y con menos opciones terapéuticas- que realmente puedan beneficiarse de tratamientos aprobados para esta enfermedad. Análisis previos en pacientes de este estudio demostraron un beneficio clínico en el uso de capecitabina tras completar la quimioterapia (neo)adyuvante en aquellas pacientes con tumores triple negativos de subtipo no basal (el 26% del total de pacientes del estudio GEICAM_CIBOMA).
Diferencias predictivas en el cáncer de mama en varón
Nuevos datos presentados en esta cita científica del Registro Nacional de Cáncer de Mama en el Varón (GEICAM/2016-04), impulsado por GEICAM, indican que el Ki67 (biomarcador de proliferación) no es igual como factor pronóstico en la población masculina que en la femenina. “Los tumores luminales o con receptores hormonales positivos (RH+), que en hombres representan una inmensa mayoría de los casos, no tienen la misma biología que los de las mujeres; Ki67, que es un biomarcador validado para el cáncer de mama femenino, no parece serlo en cuanto a su valor pronóstico en el cáncer de mama masculino”, señala el doctor Ander Urruticoechea, director científico en Onkologikoa, investigador principal del estudio y vicepresidente de GEICAM.
Valor predictivo de biomarcador en tratamiento con inhibidores de CDK4/6
Durante la reunión anual de ASCO se presentaron los resultados del análisis del estudio CARABELA (GEICAM/2019-01). Revela que en pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos (RH+) y HER2 negativo y altos niveles de proliferación (Ki67 ≥ 20%), el tratamiento neoadyuvante con hormonoterapia (letrozol) combinado con el inhibidor de CDK4/6 (abemaciclib) sin quimioterapia no alcanza una respuesta patológica en términos de carga tumoral residual comparable a la de la quimioterapia estándar.
Biomarcadores para predecir la progresión de la enfermedad
El Grupo también ha presentado resultados de dos análisis traslacionales del estudio FLIPPER (GEICAM/2014-12), un ensayo clínico fase II que ha demostrado el beneficio de administrar palbociclib (inhibidor de CDK4/6) junto a la terapia endocrina (fulvestrant) como primera línea de tratamiento en pacientes postmenopáusicas con cáncer de mama metastásico con receptores hormonales positivos (RH+) y HER2 negativo, sensible a la terapia endocrina.
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