Varias ONG y profesionales de la medicina han unido sus fuerzas para pedir urgentemente un alto el fuego que permita administrar vacunas contra la poliomielitis a unos 640.000 niños y niñas menores de 10 años, tras la confirmación del primer caso de esta enfermeda en Gaza en 25 años, a la para que se dan ciertas informaciones de otros casos sospechosos.
Es muy poco probable que al menos 50.000 niños y niñas nacidos durante los últimos 10 meses de hostilidades hayan recibido alguna vacuna debido al colapso del sistema sanitario, mientras que los niños y niñas mayores habrán visto interrumpidos o detenidos sus calendarios regulares de vacunación por la violencia y los desplazamientos.
La polio se había eliminado en Gaza hace más de dos décadas, pero el mes pasado la OMS informó de que se había encontrado el virus en muestras de aguas residuales de lugares de Jan Yunis y Deir Al Balah. Este mes, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha confirmado un caso en un niño de 10 meses no vacunado en Deir Al Balah, en el centro de la Franja de Gaza.
La reaparición del poliovirus en Gaza es consecuencia directa de la destrucción de las infraestructuras de agua y saneamiento, así como de las restricciones impuestas por el Gobierno de Israel a las reparaciones y los suministros. Junto con el hacinamiento, los desplazamientos y un sistema sanitario paralizado, estas acciones han creado un entorno propicio para la propagación del virus en Gaza.
Un grupo de unas 20 ONG y 20 profesionales médicos que han trabajado en Gaza afirmaron que las vacunas antipoliomielíticas están en la región y listas para ser distribuidas en agosto y septiembre, pero para ello es necesario que los suministros humanitarios tengan pleno acceso a Gaza desde todos los pasos fronterizos, y que la circulación dentro de la Franja sea segura y sin obstáculos. Esto sólo puede lograrse con el cese inmediato de las hostilidades.
"Ahora que la poliomielitis está confirmada, la respuesta debe medirse en horas, no en semanas. Sin una acción inmediata, toda una generación está en riesgo de infección, y cientos de niños y niñas se enfrentan a la parálisis por una enfermedad altamente contagiosa que puede prevenirse con una simple vacuna", asegura Natalia Anguera, responsable de Acción contra el Hambre para Oriente Medio. "Estos niños y niñas no tienen el lujo del tiempo".
La polio, un virus que puede causar parálisis irreversible en cuestión de horas, es especialmente peligrosa en Gaza, donde las altas tasas de desnutrición y los niveles de estrés tóxico hacen a los niños y niñas más vulnerables a la infección. Con la confirmación por parte del Ministerio de Sanidad de la poliomielitis en un niño de 10 meses en Deir Al Balah, y los informes de la OMS que confirman la presencia del poliovirus en aguas residuales, la situación es más que alarmante.
Las operaciones humanitarias en toda Gaza se ven gravemente obstaculizadas por los continuos bombardeos y la obstrucción de suministros de ayuda y combustible esenciales en los pasos fronterizos controlados por Israel, así como por el peligroso tránsito dentro de la Franja de Gaza. En repetidas ocasiones se ha denegado la entrada a camiones frigoríficos especializados, necesarios para transportar vacunas de forma segura, lo que ha puesto en peligro a miles de niños y niñas.
"El sistema sanitario de Gaza quedó destruido hace mucho tiempo", afirma Nahed Abu Iyada, responsable del programa de salud de CARE en Cisjordania y Gaza. "Sin un alto el fuego inmediato y el acceso a las vacunas y la ayuda humanitaria en toda la Franja, la población de Gaza se enfrenta a un desastre de salud pública que se extenderá y pondrá en peligro a los niños de toda la región y más allá".
Las organizaciones humanitarias piden urgentemente un alto el fuego inmediato y sostenido que permita la vacunación antipoliomielítica en Gaza. Para que una campaña de vacunación contra la polio sea eficaz, debe poder llegar al menos al 95% de los niños y las niñas a los que va dirigida, y esto no puede ocurrir en una zona de guerra activa. Cualquier alto el fuego o pausa solicitada por la ONU debe utilizarse para facilitar el pleno acceso humanitario, no sólo para las vacunas, sino para toda la gama de asistencia necesaria para mantener las necesidades básicas de los civiles. Todas las partes en conflicto tienen la obligación de facilitar el acceso humanitario en todo momento, independientemente de que el conflicto esté activo o no.
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