El cielo, cada día está más ocupado y no precisamente por los astros, esas estrellitas que nos hacen pensar en el más allá, sin saber.
El cielo, según expertos que nos lo explican, se ha convertido en una autopista por donde viajan aviones comerciales, aquellas que llevan a las personas alrededor del mundo o hacia una ciudad más cercana, para establecer negocios, para ver a familiares, amigos y también hay esas aeronaves que trasladan productos de mundos lejanos.
Existen otros viajes en avión, hasta hace poco tiempo, sólo para personas, empresas, con abultadas cuentas corrientes, se llamaban Onassis, Rotchschild, amén de muchos más apellidos pudientes, ellos viajaban por el cielo con sus aviones privados, eran de su propiedad, para ser más exactos.
De un tiempo a esta parte, viajar en avión privado, ha cambiado normas, sistema y precios. Carlos Matallana, hombre de negocios, hombre que conoce este medio por ser el Managing Director Spain de LunaJets, en esta entrevista nos explica, detalladamente, cómo funciona ahora este negocio. En concreto, no habla en términos técnicos y explica cómo funciona la aviación privada al formar parte de una empresa líder del mercado europeo.
Señor Matallana, usted en el 2023 entra en la compañía Lunajets para liderarla en Madrid, ¿un año es suficiente para hablar de la compañía? Sin lugar a dudas. Además, yo tuve el privilegio de trabajar codo a codo con LunaJets varios años en calidad de proveedor. Esto, unido a que LunaJets es una compañía con las ideas francamente claras y estables en el tiempo, genera que a pesar de llevar un año liderando su apuesta por España y LATAM sienta que llevo muchos más.
¿Le resulta complicado trabajar en una empresa cuya sede central está ubicada en Ginebra? En absoluto. Los negocios hoy en día tienen un enfoque global, y no se me ocurre nada más global que la aviación. En aviación no existen países, no existen ciudades, estamos todos en el mismo lugar.
¿Existen diferencias entre sus clientes de París, Dubai, Zurich, Riga o Mónaco? Existen diferencias en el “cómo” más que en el “qué”. La motivación que les lleva a ser clientes de LunaJets es la misma, pero obviamente los aspectos culturales determinan cómo desean que sucedan las cosas. Es por ello que, a la vez que hablamos de globalidad, apostamos por una presencia real fuerte en tantas ciudades como sea posible. Esa dualidad es una parte importante del éxito de nuestra compañía.
¿Qué le pide un cliente de Riga, o uno de Londres. Cual es la diferencia entre las necesidades que uno u otro tienen en relación con Lunajets? La diferencia más palpable suele residir en los pequeños detalles: qué les gusta comer, qué tipo de cabina prefieren volar o qué grado de discreción necesitan.
¿Son diferentes las demandas de una empresa radicada en España y una con sede en Zúrich o París, en caso de ser así cuáles son estas diferentes necesidades entre unas y otras empresas? Vamos convergiendo hacia una diferenciación menor. En mi opinión el ecosistema corporativo español ha hecho un enorme esfuerzo transformativo y de apertura al exterior en los últimos quince años. Hoy en día las empresas nacionales no sólo sirven a clientela nacional, ni se aprovisionan únicamente en casa: estos han sido los disparadores clave, seguramente.
La empresa que usted dirige en Madrid tendrá unas ofertas que seguirán la línea ideada desde la creación de LunaJets, ¿puede concretar cuáles son? Pensándolo bien, la oferta de LunaJets es tremendamente sencilla, solamente ofrecemos dos cosas:
1. que aquello que proponemos es lo que mejor encaja con el interés del cliente, y no con el nuestro (por este motivo somos casi el único bróker 100% independiente).
2. una calidad de servicio muy única y personalizada. Nos obsesiona la idea de que las cosas sean tal y como el cliente necesita que sean.
Volar exige una serie de condiciones tanto para las líneas regulares como para las privadas. ¿Cómo se puede compatibilizar la demanda de sus clientes con las de las líneas regulares? Es perfectamente compatible, realmente se trata de demandas que conviven. Volar en aerolínea regular no te impide volar ocasionalmente en aviación privada, ni al contrario. Cada viaje tiene una historia detrás que determina cuál es el medio de transporte que tiene más sentido. Incluso en muchas ocasiones, un itinerario contiene trayectos en aviación regular, y trayectos en aviación privada. Además, en nuestra división de charter de grupos, LunaGroupCharter, ofrecemos cabinas comerciales para nuestros clientes, lo que nos obliga a estar fuertemente relacionados con ambos mundos.
¿Es cierto, como he leído recientemente, que el espacio aéreo se ha convertido en una carretera demasiado transitada? La democratización del transporte aéreo, y la globalización de prácticamente todo, han traído consigo un incremento en el número de operaciones aéreas que a su vez ha derivado en una mayor congestión en el cielo. Sin embargo, el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías aplicadas a lo anterior está consiguiendo generar capacidad adicional. Esto no es fácilmente palpable desde el suelo, pero si uno compara las necesidades de separación entre aeronaves hace veinte años y las de ahora, se dará cuenta de que hoy en día se puede volar más cerca y encima con mayor seguridad.
¿Cuál es el perfil de las personas que en España viajan en LunaJets? La creencia popular tiende a atribuir erróneamente un componente de frivolidad a nuestro negocio. Nada más lejos de la realidad: a bordo se atienden tanto viajes personales como profesionales con motivaciones muy variadas, pero con un elemento en común: personas que buscan una mejor gestión del tiempo: hacer más, en menos tiempo y con menos renuncias. En LunaJets vendemos, ante todo, tiempo. La aviación privada también transporta órganos, y personas necesitadas de estos; o incluso actúa como ambulancia aérea. Por su lado, LunaGroupCharter trabaja con equipos deportivos, aficionados y eventos corporativos que requieren del traslado de gran cantidad de empleados.
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