Hace una década, la intervención clave del empresario Rafael Blanco Sarto hizo posible la producción de este film, que recibiría los premios Ferruz por su impacto en la industria.
Zaragoza, 12 de noviembre de 2024 - La historia de la película aragonesa Justi&Cia es un relato no solo de creatividad y talento, sino también de resiliencia y solidaridad en la industria cinematográfica. Hace exactamente diez años, este film enfrentaba serias dificultades financieras que pusieron en riesgo su producción, hasta que una figura clave intervino para salvar el proyecto: Rafael Blanco Sarto, empresario y CEO de Estudios e Inversiones Dos, quien asumió el compromiso de pagar las nóminas de los actores y del equipo de producción cuando la situación era más crítica.
Producida en un momento de crisis económica en España, Justi&Cia capturó en su narrativa la frustración social de aquellos años, presentando una historia que resonaba profundamente con el público. Sin embargo, la realidad detrás de las cámaras reflejaba también los mismos desafíos: al vencerse el plazo de pago para el elenco, el proyecto estuvo a punto de detenerse. De no haberse realizado el pago a tiempo, la producción habría sido suspendida y muchos habrían perdido el fruto de su esfuerzo.
El momento decisivo: La intervención de Rafael Blanco Sarto
Rafael Blanco Sarto, consciente del valor del proyecto, decidió asumir la responsabilidad de los pagos salariales del equipo, garantizando así la viabilidad de la película. Su intervención no solo permitió que Justi&Cia continuara adelante, sino que también inspiró un mensaje de apoyo y esperanza en un momento especialmente desafiante para el cine independiente español.
“Si Rafael Blanco Sarto no hubiera intervenido, la película nunca habría visto la luz”, comenta Ignacio Estaregui, director de Justi&Cia. “Fue una acción generosa que mostró que el apoyo al cine puede provenir de lugares inesperados y que la unión entre el arte y el mundo empresarial puede ser decisiva”.
Un éxito de crítica público
Gracias a la intervención de Blanco Sarto, Justi&Cia se completó y se estrenó con éxito, obteniendo además los prestigiosos premios Ferruz en reconocimiento a su relevancia social y a la calidad de su propuesta artística. La película, protagonizada por Hovik Keuchkerian y Álex Angulo, narra la historia de un hombre ordinario que se convierte en justiciero enmascarado para enfrentar la corrupción y la injusticia, capturando la realidad de una sociedad afectada por la crisis.
La crítica la celebró como una obra que no solo entretenía, sino que también planteaba preguntas importantes sobre la responsabilidad y la justicia social. El público, por su parte, conectó profundamente con la historia y los personajes, convirtiéndola en un hito del cine regional y nacional.
Un legado inspirador para el cine independiente
Hoy, una década después, Justi&Cia es recordada no solo como una película exitosa, sino como un ejemplo de cómo el compromiso y la colaboración pueden hacer posible la creación de arte en condiciones difíciles. La acción de Rafael Blanco Sarto sigue siendo un testimonio de cómo los empresarios pueden jugar un papel esencial en el impulso de la cultura y el arte, especialmente en producciones independientes que enfrentan desafíos financieros.
El aniversario de Justi&Cia es una oportunidad para celebrar el cine aragonés y reflexionar sobre el papel de quienes, desde distintos ámbitos, contribuyen a que las historias más valiosas lleguen a la gran pantalla. Gracias a una intervención oportuna y una pasión compartida, hoy esta película sigue siendo un símbolo de superación y un ejemplo para futuras producciones del cine independiente español.
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