Un nuevo pensamiento, una nueva verdad, un nuevo despertar. Me arrullan las últimas palabras del cercano y entusiasta escritor Jorge S. L. Almarza en esta entrevista. ¿Quién no quiere encontrar otros mundos, más amables, quizás, más alineados con uno mismo en este nuestro tan acelerado y, a veces, despersonalizado? Quizás por eso Los descendientes del eclipse, su primera novela, tiene tanta fuerza y color para los lectores que se atrevan a leerla. Es una obra de fantasía juvenil con un profundo mensaje entre sus páginas.
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Si tuvieras que explicar de manera sencilla qué nos vamos a encontrar en Los descendientes del eclipse, ¿qué nos dirías? La trama de la novela comienza con una leyenda temida por Uibrus, un planeta, que tiene como destino fusionarse con la Tierra. Esa leyenda cuenta que de la Tierra aparecerán dos personas elegidas bajo la cuna del Sol y la Luna, y desde ese momento serán bautizados como los hijos de este amor místico, como «Los Descendientes Del Eclipse». De esta elección dependerá el destino de Uibrus que directamente afecta a nuestro planeta. Sus hijos deben enfrentar el mal de la leyenda mediante la luz que portan. Al viajar al otro planeta se darán cuenta de lo opuesto que es uno del otro. Tendrán que equilibrar los diferentes mundos para conseguir su fusión y arrancar toda oscuridad.
Jorge, ¿qué tipo de sabiduría ancestral vamos a encontrar en tu novela? Aquella que se ha perdido en la Tierra, pero Uibrus ha conseguido conservar. Siempre ha estado guardada para quien quiera descubrirla ya que la llevamos impresa en nuestros genes. Aun así, si es revelada no es suficiente, hay que comprender su funcionamiento, quienes lo aprendan, serán creadores de realidad y maestros de la luz.
Febrero es el mes del amor y hay una bonita historia de amor también entre tus páginas, la del SOL y la LUNA. ¿Nos hablas de ella? Hace mucho tiempo, antes de que la Tierra, Uibrus y el Universo infinito existiera, Dios quiso crear el Sol como dador de vida, la Luna tampoco existía, hasta que una muchacha valiente se sacrificó por su aldea y como regalo de Dios ascendió a los cielos y quedó prendida transformándose en la Luna. A partir de ahí, al verse se enamoraron perdidamente, pero su amor era imposible, hasta que el Creador en su inmensa bondad y al contemplarles tan apenados por su amor imposible, creó unos momentos especiales en el que coinciden unos instantes mágicos, llamados eclipses. Durante los eclipses, el Sol toma a la Luna amándola con locura y ese amor es tan grande que hipnotiza al universo entero.
¿Cómo hubieras reaccionado tú si fueras un elegido como Aitor? Aunque mis dudas me asaltarían sin tregua y mi miedo gozaría en su virtud, invocaría el poderío de la gallardía para que se quedase conmigo y le diría a todos mis átomos que soy el hombre más afortunado del mundo. Aunque esto significaría mirar en cada esquina por si la muerte viniera a hablarme, pero lo aceptaría con plena consciencia y valentía.
Me ha sorprendido mucho encontrar el término de semilla estelar en tu libro. De un tiempo a esta parte se habla de ello un poco más. ¿Podrías contarnos alguna cosa? Aunque ahora está un poco más en auge este término, yo años atrás tenía escrito este libro. Hago referencia a los seres que han encarnado aquí, para ayudar a las personas a elevar sus pensamientos debido al cambio planetario que hay porque ahora es un momento propicio para ello y eso sí que es una gran verdad.
¿Y de Uibrus? En este planeta la sabiduría ancestral se ha conservado en su esencia, la magia ocupa su lugar, los seres son conocedores de los principios universales y eso les da una ventaja, tanto a seres de naturaleza negativa, como a los que vibran en positivo. Todos quieren aprovechar esta ventaja. Quien comprenda estos conceptos, conseguirá alinearse con su propósito y sus diferentes cuerpos, serán los maestros de esta quimera.
¿Qué es lo que crees que más les va a gustar a los lectores de tu libro? Creo que, a pesar de ser una novela corta, tiene reflexiones que pueden hacer pensar a mucha gente para bien. Soy muy directo escribiendo. Los protagonistas encuentran muy pronto circunstancias para poner a prueba su mentalidad y su personalidad. Además, intento absorber al lector desde las primeras páginas. Los personajes que creo, los hago con la intención de ser arquetipos de hoy día para que puedan identificarse fácilmente con ellos. Reto a los protagonistas en tales tesituras que rozan los límites de su razón. Hay una escena en especial que me encanta. Es un duelo en el que uno de ellos está obligado a separar su alma de su cuerpo, en el Bosque de las Ánimas, y desentrañar una misión con un desenlace increíblemente inesperado.

¿Qué idea quieres transmitir con tu novela a los lectores? Quiero que me conozcan como un escritor muy cercano y deseo interactuar con ellos, no solo por medio de las redes sino también presencialmente. Las personas cuando se conocen de tú a tú crean una relación estrecha para debatir sobre la novela diferentes temas de lo cotidiano y de lo que haga falta. Sobre todo, darles la oportunidad de ver el mundo con otra perspectiva, otro enfoque optimista y entusiasmado, como la misma naturaleza nos muestra siempre que la contemplamos. Nos enseña el camino de la prosperidad y nosotros seguimos enfrascados en la división de todos, claro que si nos venden todo el día esa separación a espuertas...
Pues ese es el resultado global. Podemos construir otra sociedad más comprensiva, esta idea la intento reflejar en mis obras porque sí que es posible. Lo resumiría en: un nuevo pensamiento, una nueva verdad, un nuevo despertar.
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