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La crisis afgana a la sombra de la competencia entre China y Estados Unidos

​La geopolítica de Afganistán se ha vuelto propicia para peligrosos juegos de seguridad
Abdul Naser Noorzad
lunes, 17 de marzo de 2025, 09:46 h (CET)

La geopolítica de Afganistán se ha vuelto propicia para peligrosos juegos de seguridad. A la sombra de la competencia entre China y Estados Unidos por cambiar la naturaleza del sistema internacional, Afganistán, como país vecino y ruta de fácil acceso a China desde Estados Unidos, adquiere mayor importancia.


Mientras tanto, la principal estrategia de Estados Unidos contra China y sus aliados asiáticos es crear una grieta en esta coalición para evitar la formación de un polo poderoso en su contra. Esto no es posible mediante la guerra y medios duros, y puede involucrar a Estados Unidos en una competencia impresionante y de desgaste con la coalición asiática. En cambio, Estados Unidos, entendiendo la situación internacional actual, está tratando de desmantelar esta coalición mediante el diálogo, la diplomacia y métodos suaves. En este caso, convencer a Irán y Rusia de que eviten cooperar con China en competencia con Estados Unidos se ha vuelto central para esta estrategia. Ofrecer garantías temporales a Rusia respecto a la seguridad de Asia Central, un entendimiento sobre el fin de la guerra en Ucrania teniendo en cuenta las condiciones de Rusia, un entendimiento temporal con Irán a través de la mediación rusa y cortar el suministro de petróleo iraní a China mediante la reactivación del JCPOA o un mecanismo que pueda acelerar este proceso están en la agenda de Washington. Porque, según los estadounidenses, al hacer esto, Rusia e Irán, al lograr sus condiciones, se distanciarán del eje asiático y de su entorno competitivo, y China quedará sola frente a Estados Unidos.


Al comprender esta situación y el tipo de estrategia de desestabilización y táctica de creación de divisiones en el eje asiático, la geografía de Afganistán quedará preñada de nuevas condiciones. Una situación que, con nuevos acontecimientos y desarrollos, podría transformar definitivamente la situación de este país. En esta nueva estrategia, lo extraño es la alineación de India y Pakistán en un programa conjunto con Estados Unidos, cuyo foco principal será la geografía de Afganistán. Es decir, al formar una cadena de alianzas con aliados y rivales de China, Estados Unidos está tratando de desbaratar los planes económicos y políticos de China en la región, que se implementan con base en la estrategia de cercar a China. Porque el caos y la tensión de seguridad en Afganistán, además de crear crecientes crisis de seguridad en los alrededores de China, harán que el masivo programa económico de China bajo el nombre de "Una Franja, Una Ruta" enfrente numerosos desafíos. Es sobre esta base que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hablado repetidamente de la importancia del aeropuerto militar de Bagram y ha criticado a la administración Biden por abandonarlo, lo que permitiría a China tener acceso directo a él.


Por lo tanto, el máximo esfuerzo de Estados Unidos para recuperar su presencia en la geografía de Afganistán, bajo cualquier circunstancia, es una fuerte posibilidad. En este sentido, la competencia entre el Círculo de Kandahar, encabezado por el líder talibán Haibatullah, y la Red Haqqani, el poderoso brazo militar del grupo, está directamente relacionada con la estrategia de Estados Unidos contra China y la reacción de la región ante ella. Apoyar la red Haqqani y reemplazarla con un anillo artificial en Kandahar, y posteriormente acelerar el proceso de captura de la base de Bagram por parte de los estadounidenses, podría cambiar drásticamente la situación actual. Así, si el Círculo de Kandahar llega a un acuerdo con Estados Unidos sobre el aeropuerto de Bagram, China podría reconsiderar sus políticas hacia los talibanes. Las posibles opciones a este respecto incluyen el apoyo de China a las fuerzas antitalibanes, la atención a la geografía que domina la base de Bagram y el aumento de los costos por parte de ambas partes (Estados Unidos y China) en Afganistán. 


La guerra indirecta que librarán China y Estados Unidos en la geografía de Afganistán seguirá provocando el crecimiento y fortalecimiento de otros grupos terroristas en suelo de ese país. Es decir, la presencia del ISIS en Afganistán aumentará y el grupo aprovechará la tensa atmósfera entre China y Estados Unidos para mantener y potenciar su capacidad destructiva. Mientras tanto, en el contexto de la atmósfera competitiva entre China y Estados Unidos, la posibilidad de que grupos y bandas terroristas multinacionales obtengan rápidamente acceso a armas modernas estadounidenses y rusas en Afganistán es más probable que nunca. Incluso el crecimiento de estos grupos, a medida que aumenta su capacidad operativa en Afganistán, enfrentará a la región y al mundo a nuevos desafíos de seguridad. Esto significa que, inspiradas por el éxito de los grupos terroristas en Afganistán, las células latentes de ISIS en Europa, Asia y otras partes del mundo pueden despertar y llevar a cabo una nueva ola de ataques sangrientos y terroristas contra objetivos específicos. En cualquier caso, para China y Estados Unidos, la opción del entendimiento y la diplomacia es la única manera de abordar los desafíos de seguridad que se originan en suelo afgano y requerirá elevar el nivel de cooperación y convergencia en el sistema internacional. Si no se abordan pronto estas amenazas a la seguridad y la tensa atmósfera resultante de la intensa competencia entre Estados Unidos y China no se sustituye por cooperación y diplomacia, el nivel de amenazas a la seguridad aumentará y Afganistán se convertirá en un agujero negro de seguridad. 


En consecuencia, la inestabilidad de Afganistán y el factor determinante en las evaluaciones de inteligencia en el terreno afgano se suman al estancamiento de los desafíos de seguridad a nivel del sistema internacional y crean nuevos desafíos de seguridad para el orden y la seguridad internacionales.

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