El Real Madrid de Zinedine Zidane logró este sábado ante el Deportivo de La Coruña (3-2) su partido número 35 sin conocer la derrota, estableciendo un nuevo tope histórico en el club blanco y batiendo la marca que dejó el Madrid de Leo Beenhakker en la temporada 1988-1989.
Un cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 92 permitió a los de 'Zizou' sumar los tres puntos ante el Depor y seguir así mandando en LaLiga Santander con seis puntos de renta sobre el FC Barcelona. Antes, en el minuto 84, Mariano hizo el empate.
El conjunto blanco igualó el récord de hace 27 años (34 partidos sin perder) el pasado miércoles con el empate ante el Borussia Dortmund en Liga de Campeones, pero tras la jornada decimoquinta de la liga española, el Madrid de Zidane es historia del club de la capital.
Los de blanco no pierden desde el pasado mes de abril, ante el Wolfsburgo, y encadenan 26 victorias y 9 empates. Aquella racha de Beenhakker al frente de la 'Quinta del Buitre' la cortó el Celta de Vigo, algo que no pudo emular otro equipo gallego casi 30 años después.
Zidane, que en enero hará un año en el banquillo del primer equipo madridista, amplía su prestigio como entrenador de un Madrid campeón de Europa. Una vez batida la marca personal, el Real Madrid apunta ahora al récord absoluto de encuentros sin perder que tiene la Juventus (43), o antes a los 39 del Barça de Luis Enrique el año pasado.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.