La presión arterial que una mujer tiene antes de quedarse embarazada puede estar relacionada con el sexo del bebé, tal y como ha mostrado una investigación realizada por científicos del Hospital Mount Sinai de Toronto (Toronto) y del Instituto de Investigación Lunendfeld-Tanenbaum, publicada en el 'American Journal of Hypertension'.
Para alcanzar esta conclusión, los investigadores reclutaron a 1.411 mujeres de Liuyang (China) para analizar su presión arterial durante 26,3 semanas antes de quedarse embarazadas. Una vez pasado el periodo, nacieron 739 niños y 672 niñas.
De esta forma, los expertos comprobaron que aquellas que tenían una presión arterial más elevada antes de quedarse embarazada tuvieron un niño, mientras que las que la tenían más baja tuvieron niñas.
"Esto sugiere que la presión arterial de una mujer antes del embarazo es un factor previamente no reconocido que está asociado con su probabilidad de entregar a un niño o una niña. Esta visión novedosa puede tener implicaciones tanto para la planificación reproductiva y nuestra comprensión de los mecanismos fundamentales subyacente en la proporción de sexos en los seres humanos", han zanjado los expertos.
Organizaciones ambientalistas saludaron la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de retirar grandes áreas de aguas costeras a futuras perforaciones en busca de petróleo y gas, en uno de sus últimos actos de gobierno. La decisión de proscribir las perforaciones en busca de hidrocarburos incluye áreas que Donald Trump había programado para concesiones de petróleo y gas.
PACMA destaca que este catálogo tendría como objetivo garantizar un mantenimiento adecuado de los árboles inventariados. Esto incluiría el tratamiento de enfermedades, la atención ante posibles daños como la rotura de ramas y la consideración de estos ejemplares en la planificación de obras públicas que pudieran afectarlos.
Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, Marquesa de Châtelet, viene al mundo en el París de 1706, en pleno esplendor de la Francia absolutista. Hija del barón Louis Nicolas Le Tonnelier, hombre culto y hábil en las intrigas de palacio; y de Gabrielle-Anne de Froulay, dama discreta de alta cuna. Desde niña demostró que las reglas del juego social y los corsés de la época no iban con ella.