El Mobile World Congress ha puesto de manifiesto que la era de la robótica humanoide está a punto de comenzar. En un futuro no muy lejano será habitual encontrarnos a robots como "Pepper" ayudándonos con las tareas domésticas, sirviéndonos el desayuno en un bar o sustituyendo a un operario en una cadena de montaje.
Este robot de unos 120 centímetros y aspecto humanoide tiene la particularidad de que es capaz de leer las emociones humanas y adquirir un comportamiento determinado en función de nuestro estado de ánimo. Cuenta con diferentes sensores, una cámara 3D y cuatro micrófonos que le permiten analizar el lenguaje verbal y no verbal, la posición de la cabeza y el tono de voz.
El principal uso para el que ha sido pensado es atender a clientes en el punto de recepción, presentar productos y escanear códigos y tarjetas. Lleva equipada una tableta en la parte frontal que muestra la información.
Pepper aprende con el tiempo gracias al bigdata y a que está constantemente conectado a internet, y soporta tres lenguajes de programación (Choreographe, Python y C++), por lo que las empresas pueden personalizar su uso. Ya está a la venta por unos 20.000 euros.
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