Entiendo que en el F.C. Barcelona estén indignados ante las supuestas acusaciones de dopaje. Que te delaten de tomar sustancias ilegales para ganar fastidia y más cuando no se aporta ninguna prueba para realizar dicha afirmación. Es como si yo digo que fulanito de tal es un ladrón sin haberle visto robar. Puede que lo sea o no, pero si yo no le he visto hacer tal cosa, no tengo que decirlo a los cuatro vientos porque carezco de pruebas para enjuiciarlo.
Una información, sea cual sea, tiene que ser contrastada y la Cope no lo hizo. De ahí que la gravedad del asunto, ya de por si fuerte, sea aún mayor. Es por eso que el Barça tiene todo el derecho del mundo a defenderse y a presentar una demanda ante tal acusación. El pecado salió de la boca de la COPE y se señala al Real Madrid como el que difundió esa información.
Ése es otro error e igual que he defendido al Barça defiendo al Madrid, porque no se le puede acusar, mientras no se demuestre lo contrario con hechos palpables, que fue él quien difundió esa información. Que lo hiciera o no, yo no lo sé, pero no se puede señalar tan abiertamente a nadie sin saberlo a ciencia cierta, tal y como ha hecho Joan Laporta al afirmar rotundamente que lo del dopaje es cosa del club blanco.
Si luego se demuestra con argumentos sólidos que el Madrid sacó esa información ya es otra cosa pero, mientras no sea así, no se puede proclamar a los cuatro vientos. Por lo tanto, quiero pensar que ni el Madrid filtró esa información y ni que el Barça se ha dopado. Entre tanto, con el mes de abril que se nos avecina, espero que este tema del dopaje no quite protagonismo a lo deportivo en los duelos entre blancos y azulgranas.
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