Corea del Norte ha arrancado este sábado, 15 de abril, con un desfile militar la celebración del 105º aniversario del fundador de la república, Kim Il Sung, abuelo del actual líder norcoreano, Kim Jong Un. La celebración ha estado durante los últimos días en el punto de mira de los Gobiernos de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, que temen que aproveche el homenaje al líder supremo para lanzar un nuevo misil balístico o realice un nuevo ensayo nuclear, que sería el sexto.
La tensión ya existente en la región ha aumentado desde que el pasado mes de septiembre Pyongyang confirmó haber realizado su quinta prueba nuclear "para evaluar el poder de una ojiva nuclear recién desarrollada". Corea del Sur señaló entonces que podría tratarse de la más potente hasta la fecha, con un alcance probable de diez kilotones.
Este mismo jueves, varias fuentes de la Inteligencia estadounidense aseguraron a la cadena NBC que el Gobierno de Donald Trump podría estar preparándose para lanzar un ataque preventivo con armas convencionales contra Corea del Norte en caso de estar convencido de que Pyongyang continuará con sus ensayos de armas nucleares.
Esta información se publicó horas después de que el Ejército estadounidense lanzara contra las fuerzas de Estado Islámico en el este de Afganistán la bomba no nuclear más potente que se ha usado nunca en combate.
En respuesta, las Fuerzas Armadas de Corea del Norte han advertido de que emprenderán "la reacción más dura" en caso de que exista algún tipo de ataque por parte de Estados Unidos.
Entretanto, Japón ha anunciado que está en situación de alerta ante cualquier tipo de acción que considere una provocación. Por su parte, China, único gran aliado del Gobierno de Kim Jong Un, ha pedido a las partes que hagan lo posible para reducir la tensión en torno al programa de armamento de Corea del Norte antes de que la situación alcance una "etapa irreversible e inmanejable".
La Presidencia rusa también se ha pronunciado al respecto y ha expresado su "preocupación" por la escalada de tensiones en la península de Corea, instando a no entrar en "provocaciones", después de que tanto Pyongyang como Washington hayan deslizado la posibilidad de adoptar algún tipo de acción en respuesta a posibles amenazas.
|