La SD Huesca se metió en los puestos que dan acceso al 'play-off' para ascender a LaLiga Santander tras imponerse por 2-0 a un Rayo Vallecano que no se aleja del peligro, mientras que el Reus tomó aire tras llevarse en el último suspiro el derbi de Tarragona ante el Nàstic, en los partidos que cerraban la trigesimosexta jornada de LaLiga 1,2,3.
En El Alcoraz, el Huesca alargó su buen momento de forma con su duodécima jornada consecutiva sin perder y dejó atrás dos empates seguidos con una victoria por 2-0 ante un Rayo Vallecano que jugó más de una hora con un jugador menos por la expulsión de Galán.
El defensa vio dos amarillas antes de la media hora y mermó seriamente las opciones de los de Míchel de aspirar a una tercera victoria seguida y no renunciar a soñar con el 'play-off'. A partir de ese momento, Gazzaniga fue el protagonista que mantuvo a los franjirrojos con opciones.
Tras el descanso, Javi Guerra estrelló en el larguero un remate que podría haber cambiado el partido, pero fueron los locales los que golpearon poco después con el tanto de Ferreiro. El equipo oscense aguantó y en el descuento, Samu Sáiz sentenció anotando el penalti del que él mismo fue protagonista por derribo de Gazzaniga.
Por otro lado, la trigesimosexta jornada de LaLiga 1,2,3 se cerró con el derbi tarraconense que fue para el Reus, que alivió su situación clasificatoria a costa de agravar la del Nàstic con su victoria a domicilio por 0-1.
Separados por tan solo un punto y con los locales cerrando los puestos de descenso, el partido se jugó bajo mucha tensión. El Nàstic fue el que más buscó el triunfo y apretó hasta el final, pero le sorprendió una contra visitante que culminó Máyor en el minuto 89 con el gol de la victoria y la demostración del buen entramado defensivo de su equipo que no ha encajado en los tres últimos encuentros y que sólo lleva 25 goles en contra.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.