Resulta difícil ser parcial en una mañana como la de hoy. La resaca política y las ganas de saber qué opinión tienen los demás sobre el debate de ayer nos empuja a leer, escuchar y valorar opiniones de distintos medios de comunicación. Como cabía esperar, los unos dicen que ganó su candidato, y los otros afirman que no perdió el suyo. Entonces, ¿en qué quedamos?
Me afirmo en mi plena convicción y reitero lo ya dicho. Ni Rajoy ganó, ni Rubalcaba perdió. Tan sólo la masa ensimismada que miraba atenta la televisión fue la gran perdedora de una noche que poco prometía. Una masa que según los últimos datos estaba formada por cerca de 12 millones de espectadores de los más de 46 millones de personas que conforman España, dato relevante a mi entender, pues con la que está cayendo, más deberían haber sido los preocupados por el cara a cara Rajoy Rubalcaba.
Rajoy lo tenía en bandeja. Podía haber detallado políticas, podía haber ofrecido soluciones, soluciones que esperan millones de votantes que casi a ciegas, pues dudo que se lean su programa, le darán su voto confiando en que les saquen de esta pésima situación económica. En vez de esto, fue ambiguo, poco claro y nada tajante. “Hay que hacer una política económica totalmente distinta a la que ustedes han hecho estos años”. Si señor Rajoy, todos estamos de acuerdo, pero ¿Cuál es esa política? Con una frase como esa, vacía en contenido, pone muy fácil a los que se dedican a criticar hasta su manera de hablar que le reprochen el no concretar sus futuros planes de acción para con el país y su política económica.
Mientras tanto, un nervioso Rubalcaba se dedicó a dar palos de ciego, a hablar de aborto, de píldoras, de matrimonio y de conciliación, dejando claro no saber muy bien de qué va cada cosa. No podía dar cifras, porque son las peores desde hace muchos años y son fruto de su gobierno. No podía hablar de problemas serios, porque esos problemas los ha creado un equipo del que él mismo formaba parte. Y por todo eso, en vez de debatir, se dedicó a adivinar: “Le voy a decir lo que usted hará, señor Rajoy”. Desafortunada frase la que pronunció el señor Rubalcaba y con la que dejó claro quién será para él el próximo Presidente del Gobierno.
Los españoles nos merecemos mucho más que eso. Nos merecemos verdad, buena política y pluralidad. Porque al fin y al cabo, nada ha cambiado. Dos son los que se reparten el pastel, y muchos los que luchan por recoger migajas. Ahora son ustedes los que deciden si conformarse con un rancio cara a cara, o ir más allá y buscar otras alternativas. Aunque sólo sea para comparar, para ver qué dicen, aunque ya tenga su voto decidido. Un país como el nuestro no puede ni debe conformarse con este descarado bipartidismo, a pesar de ser la opción más cómoda para usted, para mí y en definitiva, para aquellos que nos gobiernan. No lo haga. Busque, compare y si encuentra algo mejor, ya sabe, compre.
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