El año de... DAVID FERRER

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¿Cómo clasificaría usted a David Ferrer? ¿La cola incansable del Big Four o la cabeza destacada del resto? Su pasión adictiva junto a la regularidad de esta campaña nos hace mirar hacia arriba sin complejos. En un circuito monopolizado por cuatro nombres, Ferru es el aire fresco del batallador incansable. 

David Ferrer Edad: 29 Origen: Xàbia (España) Altura: 175cm Peso: 73kg Entrenador: Javier Piles Twitter: No tiene. @DavidFerrerEs es un fake. Web: davidferrer.com

Hablar de David es apoyar la espalda contra el respaldo y sonreír de felicidad recordando lo mucho que nos hace disfrutar partido tras partido. Una bestia del trabajo capaz de brillar en cualquier superficie.

Este año le han sobrado semanas para estar con los ocho mejores. Con todo derecho, Ferrer se ha plantado en Londres con la autoridad de un circuito contundente. Estamos hablando del mejor año de su carrera, palabras mayores para un tenista que no deja de buscar su hueco en la Historia.

Es imposible no girar un poquito la cabeza a las Baleares cuando hablamos de Ferrer. La temporada, y una parte importante de su trayectoria profesional, ha venido marcada por Rafael Nadal. Aunque grandes amigos, lo cierto es que el mallorquín ha resultado para David una mosca cojonera de categoría especial (con todo cariño). Este año ha conseguido frenar la furia del de Manacor en pista rápida, alcanzando semifinales de Australia y final en Shanghái tras sendas victorias ante el número dos del mundo.

En ambos casos fue Murray el que le impidió dar un paso al frente, aunque la maldición del "¡vamos!" siguió creciendo sobre arcilla. En Montecarlo y Barcelona (una vez más Barcelona...), Ferru pisó  final sin ceder set alguno en el torneo. De poco valió ante el mejor jugador que ha existido sobre tierra batida.

Pero David sigue derrochando energía sin pausa. Nadie en todo el ranking ATP se merece más un Masters 1000 que el de Xàbia. Mientras esto no ocurre, las alegrías se las han llevado los triunfos en Auckland (250), Acapulco (500) y, muy especialmente, la Copa Davis.

Imposible olvidar la ENORME eliminatoria de David en Austin. En el más difícil todavía, Ferrer se sacó la espina de Mar de Plata para llevar en volandas a España hacia semifinales. Ahora mira a Sevilla de reojo, mientras defiende su derecho a discutir la supremacía de los de siempre en un torneo que ya le ha visto jugar una final (2007). Imposible profetizar rendimiento, pero si la sorpresa salta en el O2, seguro que Ferru está sobre la pista.