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El Sevilla se reencuentra por fín (3-0)

Un Sevilla mejorado por el dibujo con tres mediocentros vence a un pobre Getafe
Salvador Nieto
lunes, 5 de diciembre de 2011, 23:13 h (CET)
Ficha técnica
Sevilla FC Varas (1), Coke (1), Spahic (1), Fazio (3), Navarro (3), Navas (2), Trochowski (1), Medel (1), Rakitic (2), Perotti (1) y Negredo (1)    

Getafe Moyà (2); Valera (1), Cata Díaz (1), Rafa (1), Torres (1); Míchel (0) Lacen (1); Sarabia (1), Casquero (0), Diego Castro (1) y Miau (0). 

Árbitro Ignacio Iglesias Villanueva, gallego. Amonestó a los locales Fernando Navarro y Medel; y a los visitantes Rafa, Míchel, Pedro Ríos y Torres.    

Goles: Fazio (min.32), Manu del Moral (min.50), Kanouté (min.91)


El Sevilla derrotó al Getafe cómodamente y de paso consiguió convencer futbolísticamente a su parroquia por primera vez esta temporada. Lo hizo sustentado por el  calor que le proporciona el dibujo utilizado en los dos últimos partidos; el que todo el mundo solicitaba y el que mejor se adapta al equipo por los futbolistas de que dispone; tres mediocentros y un delantero. Un muy pobre Getafe, que no propuso apenas nada en todo el partido, se va merecidamente de vacío a pesar de reclamar un penalti de Spahic en el minuto 6 que pudo cambiar el rumbo del partido.

Y es que es indudable que el Sevilla se encuentra muchísimo más cómodo cuando tiene que salir a la intemperie futbolística abrigado debidamente, que cuando lo hace a pecho descubierto pretendiendo ser más valiente. Los hechos han demostrado que cada vez que el equipo hispalense ha jugado en mangas de camiseta, la pulmonía está garantizada. Con Medel y Trochowski de mediocentros puros, y Rakitic un paso por delante, la idea sevillista de juego parecía de entrada más coherente que la de los últimos partidos en casa. Por su parte, el Getafe se presentaba henchido de moral por su heroica victoria ante el Todopoderoso futbolístico, aunque poco le duraron las buenas intenciones.

Desde el comienzo del partido se atisbaba un cambio de guión en lo que se venía viviendo durante toda la temporada en Nervión. A pesar del penalty reclamado por los getafenses en los albores del partido, esta vez el Sevilla sí sabía a qué jugaba y los argumentos que necesitaba para hacerlo. Una coherente y lógica ocupación de espacios por los jugadores sevillistas posibilitaba que hubiera que correr bastante menos para recuperar el balón, y más blancos a la hora de tener que jugarlo. 

De todos modos, los primeros veinticinco minutos fueron un canto a la nadería futbolística, con mucho juego insulso y un Getafe brioso que poco a poco se iba deshinchando. Nada destacable que contar en el plano ofensivo por parte de ninguno de los dos equipos hasta que un córner impecablemente sacado por Rakitic fue cabeceado magistralmente por Fede Fazio, que por fín destacó como se le presupone por sus condiciones futbolísticas. No pudo elegir mejor día además para hacerlo, puesto que el seleccionador argentino, Alejandro Sabella, se encontraba en las gradas viendo el partido. De ahí al descanso, poco que destacar; aunque no se respiraba en las gradas el miedo a sorpresas desagradables que imanaban otros partidos.

El Sevilla de la segunda parte fue por fín el que se le presupone a un equipo que se cuelga el cartel de aspirante a jugar con los mejores del continente el próximo año. Y quizá tenga mucho que ver en esto una acción acaecida en el minuto 37 de la primera parte: Un Perotti en bajísimo estado de forma se lesionaba de nuevo y dejaba su puesto a Manu del Moral, que con su frescura y dinamismo revitalizaba el ataque sevillista y proporcionaba nuevas posibilidades para Rakitic y Trochowski a la hora de encontrar vías de agua en las calderas azulonas. El propio Manu, tras recoger un rechace de cabeza del Cata Díaz, se perfilaba hacia su derecha y largaba un trallazo al palo largo imposible para Moyá. Gol que el jiennense no celebró, respetuoso con el equipo que le ha impulsado como futbolista profesional.

Este nuevo panorama, novedoso esta temporada para el Sevilla, sí lo agradeció el conjunto de Marcelino. Encontrarse dos a cero en el minuto 50 de partido posibilitaba que el conjunto hispalense pudiera sacudirse por fín los nervios y tratar de abrochar con solvencia una victoria muy importante. 

Manu pudo nuevamente marcar en un tiro con todo a favor tras magistral dejada de Rakitic, y varias ocasiones sevillistas más se sucedieron en el portal de Moyá: Kanouté, que había entrado por un inédito Negredo; Navas e incluso Campaña pudieron conseguir el tercer gol del partido ante un Getafe ya pidiendo a gritos el final del partido. Especialmente importante en el bando blanco es la recuperación de futbolistas capitales en la creación de fútbol; especialmente Rakitic. El suizo-croata no está en forma aún, no es un dechado de raza a la hora de recuperar balones; pero tiene una calidad descomunal que le sirve para verse sobrado cuando es alimentado de balones. El rubio y espigado futbolista se dio el gusto de regalarle el tercer gol a Kanouté en el descuento cuando tenía posición de disparo, llevando el júbilo a una grada que adora al malí con la veneración propia de un semidiós en la tierra. 

Del equipo azulón no hubo noticias a partir de la primera parte y en esos momentos andaba pidiendo el tiro de gracia; la racha de victorias ligueras en el Pizjuán se quebraba de manera traumática. El Sevilla, por su parte, alimenta de nuevo la posibilidad de consecución de su objetivo Champions; objetivo que será más factible siempre que el equipo se abrigue debidamente para el gélido frío liguero.

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