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La hiperlaxitud y la pérdida de tono vaginal afecta a la calidad de vida tras el parto o proceso oncológico

El tratamiento con láser CO2, una técnica indolora y sin cirugía, permite obtener resultados tras pocas sesiones
Francisco Acedo
martes, 22 de agosto de 2017, 09:35 h (CET)
El tejido vaginal está compuesto por fibras de colágeno que pierden su elasticidad por distintos motivos, como dar a luz, la menopausia, algunos tratamientos oncológicos que provocan déficit de estrógenos o sencillamente por el envejecimiento. Esta pérdida de elasticidad provoca que las fibras se estiren y generen hiperlaxitud, flacidez, sequedad, irritación y pérdida de tono en la vagina. Se trata de una situación que afecta de manera determinante a la calidad de vida, las relaciones íntimas y la autoestima de las mujeres a partir de los 35 o 40 años.

La hiperlaxitud es un trastorno infradiagnosticado porque las mujeres no lo asocian con una situación de salud que puede ser tratada, aunque el rejuvenecimiento vaginal puede ayudarles a recuperar su autoestima y su calidad de vida.

El abordaje convencional consistía en una intervención quirúrgica, aunque en la actualidad la práctica médica ha evolucionado para ofrecer una alternativa menos invasiva: el láser de CO2 ha modernizado este tipo de tratamientos femeninos en España, ya que evita el paso por el quirófano y permite alcanzar una mejoría muy significativa en los síntomas a partir del primer mes.

“El tratamiento se realiza en la propia consulta y el único requisito es que la paciente no tenga la regla ni una infección vaginal”, explica la Dra. Carmen Martin Resino, de la Unidad de Rejuvenecimiento vulvo-vaginal del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. Se trata de una técnica totalmente indolora, ambulatoria y que se completa habitualmente en dos ó tres sesiones con una posterior sesión de recuerdo anual.

El láser de CO2 es un dispositivo intravaginal que emite una luz por la estimulación del CO2 y produce un efecto térmico en la mucosa. El láser calienta el tejido de la zona submucosa de la vagina sin dañarlo y estimula la formación de nuevo colágeno, recuperando así el tono vaginal y la elasticidad.

De acuerdo con la especialista, el láser de CO2 está también indicado para la hipertrofia de labios menores, asimetría de labios,conizaciones, condilomas, blanqueamiento genital e incontinencia urinaria de esfuerzo leve. “Esta técnica mejora la atrofia vaginal y los síntomas relacionados con la menopausia, tanto en casos de menopausia espontánea, como en la menopausia inducida por la retirada de los ovarios o por quimioterapia. Además, también está indicado para tratar la incontinencia de esfuerzo leve, para el tratamiento de verrugas genitales o como parte de un tratamiento estético empleado como láser quirúrgico para reducir el tamaño de los labios vaginales”.

Diferentes aplicaciones en función de la edad de la paciente
La edad de la paciente que se somete a este tipo de tratamiento puede oscilar entre los 35 y los 70 años. En el rango de edad entre los 35 a 45 años lo más común es tratar problemas de hiperlaxitud tras el parto o casos estéticos en los que el objetivo es retocar el tamaño de los labios vaginales.

En pacientes que se encuentran entre los 45 y los 70 años uno de los problemas más habituales es la sequedad vaginal. Esta misma situación se da en mujeres que se han sometido a un tratamiento oncológico, ya que también sufren esta sequedad relacionada directamente con el déficit de estrógenos. “El láser es muy útil en pacientes sometidas a radioterapia pélvica y en pacientes con cáncer de mama que, por los tratamientos hormonales que conlleva su patología, sufren habitualmente sequedad vaginal” asegura la Dra. Martín.

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