| ||||||||||||||||||||||
En aquellos días de antaño, cuando los ordenadores apenas comenzaban a insinuar su lugar en el mundo y la modernidad era más sueño que realidad, una mujer de hábitos y vocación, Mary Kenneth Keller, supo alzar la mirada hacia un futuro lleno de posibilidades. Monja, matemática, y finalmente doctora en informática, su nombre resuena hoy como uno de los pilares en la historia de la tecnología.
Si alguna vez hubo una figura capaz de encarnar el espíritu de la alquimia en sus orígenes más oscuros y fascinantes, esa fue María la Judía. Enigmática y pionera, vivió entre los siglos I y III d.C., en la cosmopolita Alejandría, el epicentro intelectual de su tiempo. De ella se sabe poco con certeza, pero lo que ha trascendido a través de los siglos la sitúa como la “fundadora de la alquimia”.
Fabiola de Roma. Una mujer con nombre de nobleza y manos curtidas por su labor en favor de los humildes. Su vida, arranca en el privilegio de una de las familias más encumbradas de la gens Fabia, lo que la llevó a transitar caminos insospechados que desembocaron en la entrega absoluta a los desposeídos y enfermos de su tiempo.
Aesara de Lucania, mujer de espíritu y letras, habitó en los albores de los siglos IV o III a. C., en una época en que las palabras de las mujeres apenas hallaban eco en el tumulto del mundo. Filósofa pitagórica, su nombre ha llegado hasta nosotros apenas sostenido por un fragmento de su obra "Sobre la naturaleza humana", rescatado por el doxógrafo Estobeo. Hay quien argumenta que el fragmento es una falsificación neopitagórica de época romana.
Bajo el nombre de Theano se desliza la sombra de la que, según los indicios históricos, podría ser la primera mujer que dejó su huella en las matemáticas. Hay que situarla en el Crotona del siglo VI a.C., en el corazón de la antigua Grecia.
En los pliegues de la historia medieval, como en un paisaje en penumbra, surgen las beguinas: mujeres que, ajenas a los dictados de la época, trazaron su propio camino entre la devoción y la independencia. Sin órdenes que las ataran ni votos perpetuos que las confinaran, estas almas osadas encontraron una vía intermedia entre el claustro y el matrimonio, dos opciones que para muchas resultaban igual de restrictivas.
Grete Hermann vino al mundo un 2 de marzo de 1901 y su vida se entretejió con la matemática y la filosofía, disciplinas en las que dejó un legado tan discreto como poderoso. Es conocida por su aportación en matemática, física, filosofía y educación.
Mileva Maric nace un 19 de diciembre de 1875 en Titel, una ciudad enclavada en Vojvodina, entonces parte del vasto y complejo Imperio Austrohúngaro, hoy Serbia. Nace en una familia acomodada que le permite una educación con la que soñaban pocas mujeres de su época.
Datos recientes, evidencian que la mitad de las mujeres desarrollará alguna enfermedad neurológica a lo largo de su vida, un escenario que exige aplicar una nueva mirada con especial foco en las necesidades de las mujeres en el campo de la Neurología para mejorar el tratamiento y abordaje de estas patologías en la población femenina.
En un mundo donde la juventud se ha promocionado durante años como el estándar de belleza, algo refrescante y necesario está ocurriendo: cada vez más plataformas emergen para cambiar la narrativa, posicionando a mujeres maduras en la cima de la industria de la moda y la publicidad.
Teórida de Lemnos fue una figura inquietante en la Atenas del siglo IV a.C., rodeada de un aura de misterio y peligro. Llegó a la ciudad desde la isla de Lemnos, territorio ateniense desde hacía décadas, una isla griega del mar Egeo, entre el monte Athos y los Dardanelos (Helesponto), situada al suroeste de la isla turca de Imbros. Teórida se dedicó a las artes de la curación y, según las acusaciones, a la hechicería.
En todo el mundo, son más de 60 millones las mujeres y niñas desplazadas por la fuerza o apátridas que se enfrentan a un alto riesgo de sufrir violencias de género, según se advierte en un informe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Pitias de Aso, también llamada Pitias La Vieja, fue una bióloga y embrióloga griega en la época clásica, reconocida como esposa de Aristóteles y una de las primeras colaboradoras científicas en el campo de la biología y la embriología. El interés de Pitias por la biología se refleja en su colaboración con Aristóteles en la recolección de especímenes vivos durante sus viajes, especialmente en Mitilene.
Hagnódice, pionera de la medicina en la Antigua Grecia, es recordada como la primera ginecóloga conocida en la historia. Fue médico, partera y genecóloga, la primera conocida en la Historia. Atrapada en una sociedad ateniense que prohibía la práctica médica a las mujeres, encontró una salida audaz: disfrazarse de hombre.
Ptolemaida de Cirene fue una figura destacada en la filosofía y teoría musical de la antigüedad, una erudita cuya obra 'Principios pitagóricos de la música' aportó un enfoque racional y riguroso al estudio de la armonía y el sonido. Es una de las muchas mujeres de ciencia asociadas con el Pitagorismo, secta conformada por astrólogos, músicos, matemáticos y filósofos.
Melissa de Samos, filósofa y matemática de la antigua Grecia, fue miembro de la escuela pitagórica en una época en la que el pensamiento femenino era, en el mejor de los casos, una rareza y, en el peor, un sacrilegio. La figura de Melissa sigue siendo un enigma.
Leontion (300 a. C.) también conocida como Leontio, Leontia, Leoncia, Leoncio o Leontario, formó parte de la escuela epicúrea y compañera del célebre Metrodoro. Fue discípula de Epicuro y una de las pocas mujeres en participar activamente en las discusiones filosóficas de su época, una rareza en la Atenas misógina de entonces.
Elefantis. Activa durante el siglo I a.C., fue una mujer de ciencia que se expresó en verso y ha pasado a la historia como poetisa de la Antigua Grecia, conocida por su contribución con un tratado sobre sexualidad. En esta época es difícil distinguir entre sabias, brujas, médicos o alquimistas, todos rayando entre la medicina y otros saberes como la psicología.
Matilde Padrón es un nombre y apellidos que significan perseverancia y tenacidad. Fue una de esas mujeres que, sin aspavientos y casi en silencio, abrió las puertas de la ciencia a las mujeres en un tiempo en que esa palabra, "ciencia", era un bastión cerrado para las mujeres. Rompió moldes sin hacer ruido, con la sola fuerza de su inteligencia y su empeño.
Manuela Solís Clarás fue una de esas figuras pioneras de las que la historia apenas guarda memoria, pero que marcaron el camino para muchas mujeres. Manuela no solo se atrevió a cruzar esas fronteras, sino que lo hizo con la cabeza bien alta, sabiendo que cada paso que daba no era solo por ella, sino por todas las mujeres que vendrían después.
|