La decisión de Mediapro de sacar a subasta los derechos de la Fórmula 1
ha vuelto a poner a la gresca a Mediaset y el Grupo Antena 3. Mientras
esto sucede fuera de las programaciones, las audiencias registran
descensos en los programas estrenados este enero.
La subasta
No se trata de la puja para entrar a Gran Hermano 12+1, finalizada por cierto en una cifra cercana a los 70.000 euros. Mediapro, al no poder hacer frente al pago de los derechos de Fórmula 1, ha sacado a subasta los derechos que la unen hasta el 2013 a su retransmisión. De no encontrar a nadie está obligada por contrato a continuar con ellos.
La noticia, que saltó a primera hora del jueves 26 de enero, resultaba extraña a priori, justo después del acuerdo al que llegaron el miércoles 25 los consejos de administración de Antena 3 y laSexta para su fusión. Por añadidura, el mes pasado Antena 3 ya había manifestado su intención de que la retransmisión del automovilismo terminara en su cadena por medio de esta unión. Esto ha hecho levantar las sospechas de su competidor, Mediaset España, que ha pedido que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) garantice la transparencia de esta operación. Temen en Telecinco que sea una manera de adelantar los efectos de la fusión, cerrando una venta pactada desde Mediapro a Antena 3.
Antena 3 por su parte ha acusado a Telecinco de emitir un mensaje interesado y malintencionado. Ha recordado además que Telecinco, durante el proceso de fusión con Cuatro, se hizo con parte de los derechos del último Mundial de fútbol, compra sobre la que Antena 3 no hizo ningún comentario confiando en la buena fe de su competidor. Mediset se ha limitado a contestar que presentará una oferta en la subasta que cumpla con sus criterios de rentabilidad.
¿Dónde está el tercero en discordia?
TVE no está presente en esta pelea de gallos. Antena 3 y Telecinco se han despreocupado de la televisión pública, que está viviendo una grave crisis a raíz del recorte planteado por el gobierno. En la reunión de este miércoles Soraya Sáenz de Santamaría se mostró inflexible ante la petición del consejo de administración de la Corporación RTVE, la cual solicitaba que el recorte fuera aplazado en dos años. Sí se ha mostrado receptiva a una posible deducción del IVA (que ahora supone un gasto de 115 millones de euros para RTVE) o una subvención a la retransmisión de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (cuyo coste se estima en 70 millones de euros).
De no encontrar una solución, el consejo de administración ha presentado un lúgubre destino de la televisión y radio públicas. Pronostica que debería abandonar dos de sus grandes formatos de éxito, 'Águila Roja' y 'Cuéntame cómo pasó' (cada capítulo ronda el millón de euros), que sumado a otras renuncias podrían dejar la audiencia media de La 1 en un 8% (cuando ha estado superando medias del 14% y ostentando el liderato de las cadenas nacionales).
Al contrario de la opinión de algunos sectores, que pregonan que TVE debería dejar estos formatos de elevado coste y olvidar la lucha por la audiencia, en el servicio público sí caben estos contenidos. Una televisión pública ha de garantizar la pluralidad y variedad de los contenidos televisivos: informativos, culturales, deportivos, pedagógicos o de entretenimiento. Aseguran por un lado una apuesta de ocio independiente, que se preocupe tanto de mayorías como de minorías, y al que se le puede exigir productos de calidad. Pero también sirve como motor de la industria audiovisual, siendo uno de los principales clientes de productoras, contratante de profesionales de prestigio y formador de futuros trabajadores de la comunicación.
El récord de 'Cuéntame cómo pasó'
Un claro ejemplo es la serie 'Cuéntame cómo pasó', que este jueves volvió a sumar una audiencia histórica, cifrada en 5.117.000 espectadores de media (25'5% de share). 232 capítulos desde su estreno en 2001 y manteniendo el liderazgo frente a grandes competidores, como el también veterano Gran Hermano, que en este último enfrentamiento tuvo que conformarse con un 18% de share y 2.686.000 espectadores.
Los grandes estrenos de las televisiones privadas durante este mes no están obteniendo buenos resultados de audiencia. Pierden adeptos en cada emisión: Antena 3 ha visto cómo 'Toledo' iba perdiendo seguidores poco a poco: su estreno congregó a 3.541.000 personas, su segunda entrega a 3.102.000 y la por ahora tercera y última a 2.524.000. 'La fuga' en Telecinco debutó con 3.162.000 televidentes, que fueron 2.448.000 el miércoles siguiente y 2.267.000 esta semana. Gran Hermano 12+1 mejoró el dato de estreno de las últimas ediciones (3.528.000), pero como acabamos de ver redujo en su segunda semana casi un millón de espectadores.
Quizá por la falta de fuelle en las parrillas Telecinco y Antena 3 han pasado a las manos y se lanzan ahora comunicados sobre ventas de derechos deportivos, ante una televisión pública inerme. Se me ocurre que sí sería divertido meter a sus representantes en la casa de Gran Hermano, ¿no?
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