Este 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión, instituido por la ONU en 1996 como un reconocimiento al poder transformador de este medio en la sociedad. Desde su irrupción en los hogares, la televisión ha sido clave para informar, educar y entretener. Sin embargo, con la llegada del streaming y la digitalización, se enfrenta al desafío de adaptarse sin perder su relevancia.
Un medio vigente, pero en evolución A pesar de la competencia de los formatos digitales, la televisión sigue siendo un medio ampliamente utilizado. En Europa, países como Bulgaria registran hasta un 90% de personas que ven televisión todos o casi todos los días, mientras que en otros estados miembros de la Unión Europea el porcentaje es menor, pero significativo.
En España, según un estudio reciente de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 70% de la población adulta sigue recurriendo a la televisión como su principal fuente de información. Estos datos destacan su importancia como medio tradicional, especialmente en sectores de mayor edad, aunque el consumo entre los jóvenes muestra un claro desplazamiento hacia el streaming.
La revolución del streaming El consumo bajo demanda, impulsado por plataformas como Netflix, HBO Max y Disney+, ha redefinido la relación de los espectadores con los contenidos audiovisuales. Según Statista, en 2023, un 61% de los españoles utiliza servicios de streaming regularmente, con especial incidencia entre los jóvenes de 18 a 24 años. En este grupo, un 65% señala que prefiere estos formatos frente a la televisión tradicional.
En respuesta, las cadenas tradicionales han integrado estrategias digitales. RTVE Play y Atresplayer son ejemplos de cómo los medios tradicionales intentan competir en un mercado donde los usuarios buscan flexibilidad y personalización. La televisión interactiva, con opciones para elegir finales alternativos o participar en programas en directo, también forma parte de esta adaptación tecnológica.
Un legado social que persiste Más allá del entretenimiento, la televisión ha sido fundamental para abordar cuestiones sociales. En España, programas como Salvados han contribuido a debates sobre corrupción, derechos humanos y sostenibilidad. Durante la pandemia de COVID-19, la televisión mostró su capacidad de resiliencia y servicio público. El programa "Aprendemos en casa", desarrollado por RTVE y el Ministerio de Educación, permitió que miles de estudiantes continuaran sus clases desde el hogar.
Los eventos en directo, como los deportes y las ceremonias nacionales, siguen siendo espacios de reunión colectiva. En 2022, la final de la Champions League reunió a más de 7 millones de espectadores en España, una cifra que demuestra que, incluso en la era del streaming, hay momentos en los que la televisión tradicional brilla como ningún otro medio.
El desafío publicitario La televisión, sin embargo, enfrenta retos económicos. Según el informe de InfoAdex 2023, la inversión publicitaria en televisión en España alcanzó los 1.735 millones de euros, lo que representa un leve crecimiento del 0,3% respecto al año anterior. Aunque sigue siendo uno de los soportes publicitarios más relevantes, el auge de la publicidad en plataformas digitales como Google y Facebook ha fragmentado el mercado.
El reparto de audiencia también ha cambiado. Durante los años 90, las principales cadenas como TVE, Telecinco y Antena 3 concentraban casi el 90% de la cuota de pantalla. Hoy, ese porcentaje se reparte entre un mayor número de canales, plataformas y servicios de streaming.
El futuro de la televisión El porvenir de este medio pasa por la innovación y la convergencia tecnológica. Las transmisiones en 4K, la incorporación de la inteligencia artificial para personalizar contenidos y la integración con redes sociales son algunas de las tendencias que marcarán el futuro de la televisión.
En España, el sector audiovisual busca diversificar su oferta, apostando por la producción de series y documentales de alta calidad para exportar al mercado global. Producciones como La Casa de Papel, entre otras, han demostrado que el producto nacional puede competir en audiencias internacionales.
Capacidad de adaptación El Día Mundial de la Televisión nos invita a reflexionar sobre un medio que, pese a los cambios tecnológicos y culturales, sigue siendo esencial en nuestras vidas. En España, su capacidad de adaptación ha permitido que siga siendo un punto de encuentro para la sociedad, ofreciendo tanto información confiable como entretenimiento de calidad.
En un mundo dominado por las pantallas, la televisión demuestra que no es un objeto del pasado, sino un medio versátil que, con las herramientas adecuadas, seguirá siendo un protagonista en la narración de nuestras historias colectivas.
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