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“Alcatraz” llega a laSexta sólo 23 días tras su estreno en EE.UU | ||||
| ► La nueva ficción tiene un nombre propio: J.J. Abrams ► La serie fue vista por más de 10 millones de personas | ||||
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La nueva ficción tiene un nombre propio: J.J. Abrams ‘Alcatraz’ llega a nuestras pantallas para competir por el prime time. La serie lleva como bandera estar bajo la producción ejecutiva de J.J. Abrams. Es sin duda uno de los grandes personajes del sector audiovisual norteamericano. En televisión ha participado como coautor de ‘Perdidos’, ‘Felicity’ y ‘Fringe’, creador de ‘Alias’ y productor de ‘Person of interest’. Pero en cine ha escrito y dirigido ‘Súper 8’, ha dirigido ‘Misión Imposible III’ y ha producido ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’. Además de escribir, dirigir, producir y actuar, en sus ratos libres compone, como es el caso del tema principal de ‘Alcatraz’. Vamos, que lo que realmente es de ciencia ficción es saber cuándo duerme esta criatura. ¿Ciencia ficción o policiaco?
A decir verdad este gancho se desinfla durante el primer y segundo capítulo, que trazan un esquema demasiado manido de género policiaco procedimental, en el cual una sencilla trama principal de persecución con cuenta atrás se concluye en cada episodio. Afortunadamente introducen elementos que vuelven a generar algo de interés en la subtrama sobrenatural: es ésta sin duda la que realmente aporta originalidad y atractivo a esta ficción y la que, a la postre, deberá consolidarse, como ocurrió con ‘Fringe’, que supo evolucionar acertadamente en ese sentido. Los actores resuelven sin problema sus papeles. El trío protagonista está interpretado por Sarah Jones, que ha aparecido en series como ‘Ugly Betty’, ‘House’ o ‘Sons of Anarchy’, Sam Neill, el conocido actor neozelandés protagonista de films como ‘Parque Jurásico’ y que más recientemente hemos podido ver en la serie ‘Los tudor’, y Jorge García, que encarnó al ganador de la lotería en ‘Perdidos’ y que lideró involuntariamente una fiebre numerológica alrededor de su combinación premiada en la ficción. En cambio la realización, a pesar de tener mucho oficio y mantener la calidad de factura visual que se espera de una serie como ésta, tiene muy poco de llamativa y menos de creativa. Con un riesgo reducido a cero, emana un tono rutinario y neutro que sólo alguna sorpresa de guión revitaliza en algún momento. Es un mal menor que no ha sido obstáculo para obtener buenos resultados de audiencia en Estados Unidos. Los dos primeros capítulos, estrenados el 16 de enero de este año, llegaron a los 10.050.000 espectadores, aunque las siguientes entregas han visto reducir sus seguidores: 9.030.000 el 23 de enero y 8.440.000 el 30 de enero. En general, una serie interesante que necesita reconducir su argumento hacia su premisa original para cristalizar todas las expectativas que ha despertado. |
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