| FICHA TÉCNICA | 80- Real Madrid: Sergio Rodríguez (2), Pocius (2), Singler (7), Mirotic (15) y Begic (6) -quinteto titular- Reyes (7), Suárez (11), Carroll (7), Velickovic (-), Tomic (7), Jorge Sanz (-) y Llull (16).
79 - UCAM Murcia: Miso (14), Jasen (2), Barlow (16), Udoka (14) y Augustine (6)-quinteto inicial- Douby (16), Sekulic (2), Franch (7), Rivero (-), Pérez (-), Rejón (2) y Grimau (-).
Parciales: 20-15, 20-21, 22-18, 18-25.
Árbitros: Bertrán, Guirao y Sánchez Montserrat.
Incidencias: Trigésima segunda jornada correspondiente a la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 5.769 espectadores. |
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Hay jugadores que son ganadores natos. Les da igual el adversario
que esté enfrente o si ese triunfo conlleva más o menos recompensas. Desean
ganar por encima de cualquier cosa. Llull responde a este estereotipo de
jugador: siempre desea ganar, cómo sea. Consecuentemente, siempre echa una mano
al Real Madrid. Lo hizo ante un notable UCAM Murcia. Su actuación, con 16
puntos, evitó una sorpresa en Madrid. Porque UCAM Murcia tuvo opciones serias
de apuntarse una victoria determinante para su permanencia.
Lo tuvo en sus manos. El problema es que los jugadores del UCAM
Murcia eligieron la peor opción. A falta de unos segundos, encestaron de dos
puntos en lugar de buscar un triple, cuyo acierto hubiera forzado una prórroga.
No hubiera sido un premio exagerado para un grupo que busca aferrarse a la Liga
Endesa. Lo merecieron. Más o menos como sucedió con Estudiantes. Pero ambos
erraron en los momentos clave. Esos donde está prohibido escoger esa peor
opción. O quizá porque ninguno de ellos tenga en su vestuario un ganador como
Llull.
El base balear es actualmente el timón de este Real Madrid. Si él
ejerce como director de orquesta, este Real Madrid siempre encuentra los cauces
oportunos para correr, y esto hace que sea un grupo muy poderoso ofensivamente.
Aparte de esto, Llull no escatima en responsabilidades anotadoras. Si hay que
tirar, se tira y se acierta. Fue el mejor del encuentro y sobre todo, siempre
apareció cuando el Real Madrid estaba siendo dominado por el UCAM Murcia, más
que en el marcador, en lo referido a la actitud.
Notable UCAM Murcia
Los murcianos sabían que dar la campanada en Madrid era una misión
muy complicada. Pero enfrente no se encontraron con el mejor Real Madrid, sino
con un grupo de jugadores algo cansados y que no siempre se mueven en
colectivo. Unas veces es Suárez, como sucedió al término del primer cuarto;
otras veces es Mirotic, muy recuperado en la parcela ofensiva; otras ocasiones
son los rebotes de Reyes; o sencillamente esa calidad que atesora el resto y
que sacan a relucir en momentos puntuales. De esta forma tan poco brillante fue
sosteniendo el encuentro el Real Madrid. Pero nunca lo tuvo cerrado. Nunca se
marchó por encima de los psicológicos diez puntos.
En parte porque no estaban disputando su mejor encuentro y porque
el UCAM Murcia estaba funcionando por encima de sus posibilidades. Estaba, como
sucedió con Estudiantes, destapando el tarro de sus esencias. Hasta cuatro
jugadores estuvieron entorno a los 15 puntos anotados. No sólo fue acierto
suyo, sino de esa defensa blanda del Real Madrid. Muy permisiva durante gran
parte del encuentro. Curiosamente, cuando ésta subió en intensidad es cuando
mejor estuvo el cuadro blanco, porque recibía menos puntos y corría al ataque. Y
como esto no tuvo cierta continuidad, el UCAM Murcia se trabajó el tener
opciones. Pero ya se sabe: eligió mal y acusó su alto porcentaje de faltas
cometidas.
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