| Ficha técnica | 4 - España: Casillas (1); Arbeloa (2), Sergio Ramos (2), Piqué (2), Jordi Alba (2); Busquets (2), Xabi Alonso (2); Xavi (2), Iniesta (3), Silva (3); Torres (3).
0 - Irlanda: Given (2); O`Shea (1), St. Ledger (1), Dunne (1), Ward (0); Duff (0), Andrews (1), Whelan (0), McGeady (1); Cox (0), Keane (1).
Cambios: En España: Javi Martínez (1) por Xabi Alonso (min. 64), Cesc (1) por Fernando Torres (min. 72) y Cazorla (1) por Iniesta (min. 79); en Irlanda, Walters (1) por Cox (min. 46), McClean (0) por Duff (min. 75) y Green (0) por Whelan (min. 79).
Goles: 1-0 Fernando Torres (min. 4); 2-0 Silva (min. 48); 3-0 Fernando Torres (min. 69) y 4-0 Cesc (min. 82).
Árbitro: Pedro Proença (Portugal) (1) En España amonestó con tarjeta amarilla a Xabi Alonso (53') y Javi Martínez (75'). Mientras que en Irlanda amonestó a Robbie Keane (35 ') y St. Ledger (83').
Incidencias: 40.000 espectadores en el estadio Arena Gdansk. Terreno de juego en buenas condiciones. |
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Nadie sabe cómo se jugará en el cielo. Seguramente se practicará un fútbol de fantasía, tan preciosista como sinfónico. Será absolutamente un juego angelical. No podrá ser de otra manera cuando se refiere uno a los ángeles. Hasta conocer este enigma de la humanidad, probablemente el fútbol más cercano en el ámbito terrenal a este divino sea el que desarrolla esta España de Vicente del Bosque. Porque esta Selección, este grupo coral, ofreció un recital formidable de toque de balón en su enfrentamiento ante Irlanda. La actuación fue tan sinfónica como angelical. Se mostró una España celestial.
España se impuso con absoluta rotundidad a Irlanda, el adversario con menos fuerza del cuartero de clasificación. Lo hizo de principio a fin, gobernó en todas las facetas del juego, mostrándose siempre tan poderosa como eficaz. Brillante, sobresaliente, abrumadora y con una grata eficacia de cara al marco contrario. España firmó, de momento, la goleada de esta Eurocopa que alcanza la conclusión de su segunda tanda de partidos. Hubo más. Hubo esa genética tan característica de estos últimos cursos. Hubo toque del esférico de primeras a una excelsa velocidad -ayudó el campo mojado a consecuencia de la lluvia-, más o menos como se desarrollaron esos movimientos que acompañan a los futbolistas cuando éstos no están en contacto con el cuero. Hubo combinaciones desde atrás, con una sólida defensa, hasta adelante, con mezclas en bandas donde, ésta vez sí, había ofensivos laterales. Y hubo, también, ese trabajo físico y de recuperación en colectivo. Todos a una.
Bien es cierto que el encuentro tuvo viento a favor desde el comienzo. A los cuatro minutos, España ya estaba abrazada celebrando el primer tanto. Era un gol especial. Lo había marcado Fernando Torres. Justo en medio de ese debate del nueve. Del Bosque apostó por él y éste no defraudó. Recogió un rechace en el área, esquivó al central irlandés y soltó un latigazo imparable para Given. Ese puñetazo superó a Irlanda. Se acomplejaron y asistieron impotentes a esa clase de juego celestial con la que España maravilló a Europa. Subió el miedo en los rivales y la autoestima en este grupo. Quizá más en Fernando Torres. Porque éste volvió a marcar en el segundo acto. Ésta vez, el delantero del Chelsea despegó velocidad y precisión en un mano a mano con Given. No hubo nervios. Y Torres ya es, detrás de Villa y Raúl, el tercer realizador en la historia de España: 30 goles en 95 partidos. Entre estos dos goles, Silva embocó el segundo tras detener el tiempo -como hacía Butragueño- en el área pequeña: amagó a tres defensas, orientó su pierna y marcó. Su gol y actuación, incluyendo dos asistencias, fueron memorables.
Festival de Iniesta Más o menos como fue el protagonismo de Iniesta. Este jugador, de haber nacido en Brasil o tener más pregoneros a su alrededor, sería un Balón de Oro. Iniesta ofreció una clase de toque, control, regates, quiebros, amagos, pases… Fue una delicia. Está en una forma impresionante. Lo que hizo ante Italia se quedó reducido a la nada en comparación a su actuación ante Irlanda. Por supuesto, el manchego estuvo muy bien acompañado de Xavi y de Xabi Alonso y Busquets en la recuperación y ordenación del centro del campo, esa fábrica de fútbol celestial de España. La defensa, por no olvidarse uno de ellos, firmó un encuentro concentrado. Ninguna concesión. Sólo se recuerda un córner y un disparo del veterano Keane .
Esta oda al fútbol se cerró con una recompensa para Del Bosque. Homenaje a Fernando Torres y Cesc de falso nueve. Éste volvió a marcar. Lo hizo escorado y con un golpeo cargado de rabia, tan fuerte como ajustado al poste. Imparable. Por entonces, Irlanda ya estaba completamente fuera del partido, o más bien rezando para que se acabara cuando antes y dejarse de ser víctima de una España que se sitúa como primera de grupo –empatada a puntos con Croacia- y en una posición centrada para coronarse al término de esta fase. No podrá cerrarse de otra manera el camino a cuartos para esta España de fútbol tan celestial.
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