Parece mentira que en plena Eurocopa las noticias que recopilan más visitas en los diarios digitales deportivos sean las que hacen referencia a las mujeres de los futbolistas o, especificando todavía más, a todas las que tengan que ver con la periodista deportiva de moda. Sara Carbonero, enviada especial del grupo Mediaset a Polonia y Ucrania arrasa allá por donde pisa, ya sea con resultados favorables o algo inapropiados.
Como ocurrió en el Mundial, la toledana vuelve a ser uno de los objetivos preferidos de las cámaras, de los comentarios y por supuesto de las críticas. Es el centro de todas las miradas cada vez que juega España y cubre el pie de campo de cada encuentro.
Con sus escuetos y en ocasiones “desafortunados” comentarios se ha convertido en Trending Topic de la red social Twitter. El hashtag #GraciasSara ha supuesto una revolución. Ahora bien, está claro que por el trabajo que tiene puede ser objeto de críticas, pero lo que viene aconteciendo estos días, desde el España-Croacia, es excesivo.
No me confieso ni una fan, ni una seguidora de Sara Carbonero, ni mucho menos creo que es fantástica en la ejecución de su trabajo, pero si ella está ocupando ese puesto es porque alguien se lo ha ofrecido y realmente tonta sería si rechazara una oferta de estas características. Mejor o peor ella ofrece su visión del juego y ya sea por su belleza o por su disposición al trabajo, hace lo que le piden. Sin sofocarse demasiado apuesta por un pie de campo un poco “sosón” sin demasiadas intervenciones, pero dentro del guión que la cadena le marca. Sí que es cierto que podría mostrar más interés o más atención, pero eso ya va en la pasión y en la personalidad de cada uno y si sus jefes apuestan por ella así, es porque les gusta el resultado. En los tiempos que corren, si a los ejecutivos, no les gustara la repercusión que esto provoca, ya estaría viéndolas venir o aceptando otro tipo de ofertas.
Entonces, quién apuesta por la palabra “machismo” que últimamente está otra vez tan de moda. ¿Quién está haciendo “un flaco favor” a las periodistas deportivas?, ¿ella o todos los que hacen que sea posible esta visión? Pues todos estos interrogantes son los que están levantando la polémica en el mundo del deporte y lejos de centrarnos en disfrutar del juego y del espectáculo, preferimos en muchos casos bucear en estos temas que no nos llevan a nada.
Ya somos mayorcitos para que cada uno juzgue y opine lo que quiera. Para que ella como periodista y como adulta gestione este aluvión de críticas como mejor considere. ¿Qué yo hubiera entrado al trapo?, pues seguramente no y mucho menos desde una columna semanal de un periódico como MARCA. Pero allá cada uno con su cantinela…
Grandes son los periodistas que día a día luchan y trabajan por una pasión como es la información deportiva. Ellas y ellos, todos divirtiéndose y haciendo disfrutar de algo tan maravilloso como comunicar eventos de tal magnitud. Gustos y preferencias para todo, si todo el mundo coincidiéramos en lo mismo sería un verdadero aburrimiento. En cualquier caso, ahí va mi apuesta personal, desde aquí quiero felicitar a periodistas femeninas como Marta Solano, Susana Guasch, Rosana Romero o Carlota Reig. Cada una de ellas vive esta profesión y se vuelcan al 100% en cada conexión, en cada programa y en cada tweet. Se vuelcan con su pasión, trabajan por ella y eso se nota. Sois grandes y todo un referente. La información deportiva normalmente es diversión y en muchos casos sirve para desconectar de la realidad político-social del país, y más ahora con la que está cayendo, asique mucho mejor con una sonrisa y con ilusión. No cuesta nada y todo funciona mejor.
Uno de los grandes problemas que acechan a la política española es si nuestro Estado de derecho pone la suficiente atención en el tema de los bulos. Como no se ponga remedio a ello, las consecuencias nos llevarán a la irrealidad, desconfianza, confusión, enemistad...
A menudo, se escucha en el habla porteña aquello disparatado e insolente de “fingir demencia”, es decir declamar que es sano hacer como que no se ve, que no te das cuenta… Alguna Filosofía contemporánea se ocupó bien de los adeptos a las estéticas del “Als ob” (al “como-si”).
Perdonen por la historia de un “abuelo cebolleta”, pero de lo que abunda en el corazón “escribe el ordenador”. Aquella mañana del día de Navidad del 2000 se puso en marcha la procesión de inicio del Jubileo, que partía de la Parroquia de Santiago y culminaba con la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Málaga.