Com Truise es uno de los alias que utiliza Seth Haley para expresar su música y en el que une su fascinación por el sonido sintetizado con cierta nostalgia ochentera y una atractiva estética retrofuturista. El neoyorquino ha logrado crear un personal universo en el que imagen y sonido van de la mano: sus videoclips evocan a una época en la que los efectos especiales no eran digitales y las portadas de sus discos son las que tendrían en sus estantes los habitantes del planeta en Blade runner.
Tras su brillante debut con el elepé Cyanide Sisters (AMDISCS, 2010) publicó su primer álbum, Galactic Melt (Ghostly International, 2011) editado por Ghostly International, sello que ampara a otros grandes compositores electrónicos como Gold Panda o Matthew Dear. Un disco lleno de melodías creadas por sintes y armoniosa electricidad, con una portada que recuerda al mítico Unknow Pleasures (Factory Records, 1979) de Joy Division en versión colorista-cósmica y que acaba de reeditarse. Al escuchar temas como VHS Sex o Terminal, las ondas sonoras te transportan a otra dimensión paralela, donde los sueños se hacen realidad y sensuales damas vestidas de lycra, talle alto y pelo cardado te invitan a acompañarlas en sus aeróbicos bailes.
La última píldora de su galaxia que ha regalado es una recopilación digital de nebulosas sonoras que habían quedado sueltas por la red o en la recámara sin publicar. In Decay (Ghostly International, 2012) es una compilación de 13 temas que teletransportan a un espacio-tiempo desconocido, en el que aún se usan cintas de cassette y walkman pero viajar a través del firmamento es alcanzable para todo ser humano.
Haley ha visitado Madrid y Barcelona varias veces, el año pasado en el Primavera Club y este año en su gira de verano. En directo sorprende por su calidez; combina sonidos electrónicos con una batería acústica, lo que le añade profundidad y energía. Comparte universo estético y pasión por los instrumentos analógicos con grupos como Tobacco o Civil Civic, bandas que reinventan el synth pop de los 80 y lo mezclan con imágenes de archivo, que consiguen conmoverte y transportarte a otra dimensión sin necesidad de palabras.
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