Aumento de las tensiones por las últimas declaraciones desde el Ejército
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su "gran preocupación" por la crisis política en Birmania a raíz de las elecciones generales celebradas en noviembre de 2020, marcadas por las acusaciones de fraude por parte de la oposición. Guterres ha pedido "a todos los actores" que "desistan de cualquier tipo de incitación o provocación, demuestren liderazgo, se ciñan a las normas democráticas y respeten los resultados de las elecciones generales del 8 de noviembre". "Todas las disputas electorales deben ser resueltas a través de los mecanismos legales establecidos", ha recalcado en un comunicado, en el que ha reafirmado "el apoyo de la ONU al pueblo y el Gobierno de Birmania en su búsqueda de la paz, el desarrollo inclusivo y sostenible, la acción humanitaria, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho". Las tensiones han ido al alza desde los comicios, en los que la gubernamental Liga Nacional para la Democracia (NLD) de la líder 'de facto' del país, Aung San Suu Kyi, se hizo con la victoria. Sin embargo, la oposición ha rechazado los resultados y un alto cargo militar se pronunció recientemente contra los mismos. Las quejas opositoras están encabezadas por el Partido Unión Solidaridad y Desarrollo (USDP), que mantiene lazos con el Ejército, si bien no ha presentado pruebas que demuestren un fraude. Pese a ello, las Fuerzas Armadas han dejado entrever su malestar por estas presuntas irregularidades. El Ejército, que cuenta con el 25 por ciento de los escaños en el Parlamento, según la Constitución, ha elevado el tono durante los últimos días. El jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, llegó a afirmar recientemente que la Carta Magna podría ser "revocada". "Si uno no sigue la ley, esa ley debe ser revocada. Si es la Constitución, es necesario revocar la Constitución. Si no se respeta la ley, la Constitución debe ser revocada", sostuvo, lo que ha elevado las tensiones en el país ante un posible golpe de Estado militar. Por su parte, la comisión electoral ha rechazado las acusaciones y ha asegurado que los resultados no han estado marcados por irregularidades. Según los mismos, el partido de Suu Kyi ha obtenido una mayoría aplastante en el Parlamento y podría mantenerse en el poder en solitario, sin necesidad de otros apoyos.
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