El Gobierno de Ecuador ha desplegado este lunes a 3.000 militares y otros mil policías en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, escenario este fin de semana de un nuevo motín que ha dejado por ahora 62 presos muertos y más de cuarenta heridos. El operativo ha estado presidido por la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, y la comandante general de la Policía, Tannya Varela. El motín de este fin de semana se produce apenas dos meses después de que en septiembre cerca de 120 presos murieran como consecuencia de los enfrentamientos entre bandas rivales. Está previsto que las autoridades ecuatorianas utilicen tanquetas para moverse por el penal, cuyo pabellón número dos, así como el área transitoria, serán intervenidos como principales escenarios de la matanza que se produjo la noche del pasado viernes, cuenta el diario 'El Universo'. Según la investigación, los presos del pabellón tres atacaron a los del número dos, mientras que los del siete, ocho y nueve, hicieron lo propio contra los del área transitoria. Las familias de los presos han denunciado la inoperancia de las autoridades, a las que acusan de haber intervenido demasiado tarde y no han descartado que emprendan acciones legales. Por el momento, solo la mitad de los muertos han podidos ser identificados. El Gobierno ecuatoriano tiene previsto reunirse este lunes para celebrar un gabinete de crisis en relación al enésimo episodio de descontrol mortal que se registra en las cárceles del país desde los últimos meses. En principio, una de las medidas que se baraja para intentar frenar este tipo de episodios es autorizar la presencia de los militares dentro de los centros penitenciarios. Este domingo, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aceptó la renuncia de Bolívar Garzón como director general del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) cuando apenas ha ejercido sus funciones durante 47 días.
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