Las mujeres cada vez son madres más tarde y un 40,1 por ciento de ellas dan a luz pasados los 35 años, edad fijada por los expertos como la "barrera de la fertilidad" a partir de la cuál las probabilidades de embarazo se reducen drásticamente, y el panorama no mejora desde la perspectiva masculina ya que la calidad del esperma cae a la mitad y la media de los hombres roza la subfertilidad, según apunta la codiretora médica de Instituto Bernabeu, la doctora Andrea Bernabeu.
Las dificultades para ser madre aumentan debido a un retraso generalizado de la maternidad que juega en contra de la biología femenina. En la actualidad, la edad media a la que las españolas tienen su primer bebé es de 32,6 años. "La edad reduce tanto la calidad como la cantidad de ovocitos de las mujeres, lo que conduce a que sus probabilidades de ser madres bajen a medida que cumplen años. Con 30 años la mujer tiene la mitad de probabilidad de ser madre que a los 20", explica la doctora Andrea Bernabeu.
En España tan solo nacieron 322.075 niños en todo el año pasado; una cifra que marca mínimos históricos y que supone un 24,3 por ciento menos de los números alcanzados diez años antes. Destaca que los nacimientos con madres de 35 años o más han aumento un 15,7 por ciento la última década y han pasado de representar el 35,1 por ciento del total de alumbramientos a alcanzar el 40,1 por ciento en 2023. Llama la atención también el rango de mujeres que dan a luz pasados los 40 años, que en esta franja de tiempo han crecido un 18,7 por ciento y ya representan un 8,1 por ciento del total de nacimientos. Las posibilidades de ser madre pasados los 40 años es inferior al 20 por ciento.
En esta línea, la criopreservación de ovocitos se ha convertido en una herramienta al alcance de muchas mujeres que les permite postergar el momento de ser madres y planificar así su proyecto reproductivo. La congelación de óvulos ha conseguido, principalmente, que las posibilidades de éxito de un tratamiento en un futuro sean las que tendría si ese tratamiento se realizara hoy, si se habla exclusivamente de calidad ovocitaria. De hecho, la demanda de estos tratamientos se ha triplicado desde la pandemia.
A pesar de estas alternativas, este contexto provoca que una de cada cinco parejas españolas tenga problemas para tener hijos. Algo que, sumado a un mayor desapego generacional por la creación de núcleos familiares, provoca que la pirámide poblacional cada vez esté más envejecida. "La tasa de reemplazo debería ser 2,1 hijos por pareja y, en la actualidad, se sitúa en 1,15 hijos, provocando una situación insostenible que afectará a la totalidad de la población en los próximos años", explica la doctora de Instituto Bernabeu.
Así, la experta advierte de que el panorama de la fertilidad desde la perspectiva masculina también es preocupante. Otra de las principales causas que ponen en jaque la fertilidad en España es que tanto la calidad como la concentración de esperma se han reducido drásticamente en un 51 por ciento a nivel mundial. El ritmo de descenso es enorme: desde 1973 la concentración de esperma ha disminuido a un ritmo anual de 1,16 por ciento y, con el cambio de siglo, a una velocidad de 2,64 por ciento.
De acuerdo con los rangos de la OMS, se considera un hombre subfértil a una concentración de espermatozoides inferior a 40 millones por mililitro e infértil cuando está por debajo de 15 millones por mililitro. La media obtenida en las muestras recogidas por Instituto Bernabeu señalan que el hombre medio que acude a sus clínicas es subfértil, ya que la media es de 33,5 millones de espermatozoides por mililitro.
El análisis de 5.000 muestras analizadas en los últimos cinco años por el Grupo IB levanta las alarmas al detectar una disminución general de casi un 16,75 por ciento el recuento de millones por mililitro de espermatozoides; mientras su la motilidad ha caído un 12 por ciento. Además, morfológicamente se considera que una muestra es normal cuando el cuatro por ciento de espermatozoides tiene una forma normal, pero mientras que en 2017 la media era un 7,6 por ciento de espermatozoides normales, actualmente es de 3,8 por ciento, cayendo casi a la mitad.
Esto se replica en las donaciones de esperma: en estos cinco años la tasa de aceptación de donantes ha pasado de un 15 por ciento de aceptación a un 8 por ciento. Dato que pone en alerta a los expertos en fertilidad ya que la mayoría de los donantes son jóvenes menores de 35 años y que ha provocado que la OMS reduzca los requisitos exigidos a los donantes.
Actualmente, uno de cada seis niños en el mundo nace mediante reproducción asistida y, en 2022, España superó por primera vez los 40.000 bebés nacidos mediante estas técnicas. En este sentido, España lidera la medicina reproductiva a nivel mundial y, cada año, "llegan a las clínicas pacientes de todo el mundo atraídos por la capacidad técnica de nuestros equipos, nuestras tasas de éxito, la avanzada legislación española en materia de reproducción asistida y el atractivo de destino como país", según la doctora Bernabeu.
Aunque los perfiles son diversos, la media de edad de las pacientes que acuden a las clínicas de Instituto Bernabeu crece año tras año, siendo en la actualidad de 40 años. Si se tiene en cuenta aquellas que tienen que recurrir a los tratamientos de donación de ovocitos, la edad supera los 42,2 años.
"Urge concienciar a la sociedad sobre lo que supone retrasar la maternidad. Es muy importante que seamos conscientes de los límites que tenemos como seres humanos para poder planificar así conscientemente nuestro futuro reproductivo", apunta la doctora Andrea Bernabeu, que aboga por la necesidad de que aumente el apoyo institucional en este sentido.
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