MADRID, 3 (OTR/PRESS) ALdama, ALvise, ALvaro García Ortiz y, bueno, ya en plan chistoso, si cabe, ALbalos. Todos ellos desfilarán más tarde o más temprano -en las dos próximas semanas bajo la atenta mirada de ALejandro Luzón, fiscal anticorrupción, por las dependencias del Supremo, anticipando días incómodos para ALgunos en el entorno de La Moncloa. No resulta demasiado aventurado pensar, y decir, que ALgo va a pasar aquí, aunque quién podría anticipar qué. El caso es que la vida política española vuelve a la (a)normalidad habitual, con los desfiles ante las comisiones del Senado y en los tribunales, una vez concluido el 41 congreso del PSOE, del que poco ha salido, al margen de la continuidad (impensable) del equipo dirigente. Bueno, sí, ha salido la propuesta de crear una oficina estatal para la Vivienda, un plan que los críticos consideran imposible, y una polémica que no hay quien entienda sobre si el colectivo LGTBI debe incorporar la Q+ final o no. Son ganas de enredarse en debates que a nada conducen, deporte siempre extendido en este país nuestro. Aunque, si se me apura, del 41 congreso ha también salido el nombre de Oscar López, ahora ministro y ex jefe de Gabinete, como candidato a sustituir al 'caído' (derribado) Juan Lobato al frente de la secretaría general del Partido Socialista Madrileño. La madre de todas las batallas está convocada en la Comunidad madrileña, donde al carácter pugnaz de López se une el no menos combativo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Los primeros indicios ya se vieron este martes en la calebración en la sede de la CAM del aniversario de la Constitución, con la ausencia clamorosa del Gobierno central y en el clima ya usual de tensión entre el Gobierno de Madrid y el Ejecutivo central. Otra ALteración de lo que debería ser normalidad democrática y ya ven, deviene en justo lo contrario. Así que no hay ALternativa: ALerta, que tras la euforia congresual viene la gran ALgarabía, que se va a extender al mundo judicial, donde no hay que perderse la que viene en la pugna por la susgtitución de Manuel Marchena al frente de la Sala Segunda del Supremo y por la presidencia de la Audiencia Nacional, que esa va a ser otra ALtamente polémica.
|