El Gobierno de Argelia ha denunciado una injerencia "descarada e inaceptable" en los asuntos internos argelinos por parte del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que el lunes criticó de nuevo la detención del escritor Boualem Sansal, objeto de disputas políticas entre ambos países durante estos últimos meses. Macron exhortó el lunes a las autoridades argelinas a dejar en libertad a Sansal y afirmó que su reclusión "deshonra" al país magrebí. El escritor francoargelino fue detenido en noviembre, acusado de atentar contra la seguridad del Estado después de cuestionar el territorio actual de Argelia. El Ministerio de Exteriores argelino ha reaccionado "con gran sorpresa" a las palabras de Macron, "que deshonran, ante todo, a quien las pronunció tan a la ligera". Para Argel, "estas declaraciones sólo pueden ser reprobadas, rechazadas y condenadas como lo que son, una injerencia descarada e inaceptable en un asunto interno argelino". "Lo que el presidente francés presenta indebida y falsamente como un tema de libertad de expresión no es tal bajo la ley de un Estado soberano e independiente", ha lamentado el Ministerio. Se trata, ha añadido, "de un desafío a la integridad territorial del país, delito punible en las leyes argelinas". El caso de Sansal simboliza las malas relaciones entre París y Argel, pese a que ambas partes intentaron en 2022 estrechar lazos con una nueva hoja de ruta. El reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a mediados de 2024 volvió a alejar esta reconciliación.
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