El Movimiento Islámico de Nigeria (MIN), una de las organizaciones más representativas de la minoría chií del país, ha denunciado que cinco fieles han muerto durante una operación de represión militar ocurrida este viernes durante una procesión en la capital del país, Abuya, mientras que las fuerzas de seguridad no solo niegan lo ocurrido sino que acusan al grupo de matar a tiros a un policía. El MIN es un movimiento que guarda estrechos vínculos con Irán y en principio está ilegalizado desde 2019 por el entonces gobierno de Muhamadu Buhari, pero por lo general las autoridades conceden a la organización cierto margen de maniobra siempre y cuando no degenere en actos violentos. Su líder, Ibrahim El Zakzaky, acabó saliendo de la cárcel y recibiendo del actual presidente, Ahmed Bola Tinubu, el permiso para salir del país y visitar Teherán. La marcha había sido organizada con motivo del Día de Al Quds, el evento musulmán que se celebra último viernes del mes sagrado islámico de Ramadán para expresar apoyo a los palestinos y oponerse a Israel y al sionismo usando para ello el nombre árabe de Jerusalén. En declaraciones al diario nigeriano 'Punch', uno de los líderes de la organización, el jeque Sidi Sokoto, ha denunciado que los soldados comenzaron a atacar a sus compañeros sin provocación alguna "con munición real". El Ejército, según el líder religioso, bloqueó el paso con un vehículo blindado y comenzó a disparar contra los participantes, la mayoría mujeres y menores de edad. El Ejército ha rechazado esa versión y acusado a los religiosos de perturbar el orden público durante su marcha. "Los chiíes quisieron hacer de esto una protesta. No sé por qué", ha respondido el portavoz del Ejército, el general Onyema Nwachukwu. Por su parte, la portavoz de la policía de Abuya, Josephine Adeh, ha asegurado al diario nigeriano 'Premium Times' que los simpatizantes del movimiento comenzaron a disparar en un momento dado a los agentes, uno de los cuales falleció en el Hospital Nacional y otros dos acabaron gravemente heridos.
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