El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, ha advertido de que el enriquecimiento de uranio como parte del programa nuclear iraní se trata de una cuestión que "no es negociable", después de que la Administración Trump haya reclamado a Teherán que renuncie a ello por el buen desarrollo de las negociaciones. "El enriquecimiento de uranio en Irán es un asunto real, aceptado y legítimo, y estamos dispuestos a generar confianza ante posibles preocupaciones pero, en esencia, el enriquecimiento no es negociable", ha zanjado el ministro a su salida de una reunión del Gobierno, en vísperas de su visita de trabajo a Moscú. Si bien se trata de un viaje ya planificado con bastante antelación, ha cobrado mayor relevancia después de las conversaciones en Omán con Estados Unidos acerca de la cuestión nuclear, de las cuales está previsto que Irán informe a las autoridades del Kremlin, incluido al presidente ruso, Vladimir Putin. Araghchi se ha referido a unas palabras con las que el enviado especial para Oriente Próximo del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, instó a Irán a dejar de enriquecer uranio y detener su programa nuclear. Una declaraciones "contradictorias" que no ayudan a las negociaciones, ha dicho el ministro iraní. "El señor Witkoff ha hecho varias declaraciones diferentes, pero las verdaderas posiciones quedarán claras en la mesa de negociaciones. No ganarán nada con presiones", ha advertido Araghchi, según recogen las agencias iraníes. "Aún así, necesitamos escuchar la verdadera opinión de la parte estadounidense. Si vienen con posiciones constructivas, espero que podamos iniciar negociaciones en el marco de un posible acuerdo. De no ser así, el trabajo se tornará difícil si persisten las posiciones contradictorias y conflictivas", ha aseverado. "Si la negociación se realiza en igualdad de condiciones y en un ambiente de respeto, se pueden llevar a cabo, pero nada van a conseguir presionando e imponiendo posiciones", ha reiterado el ministro de Exteriores de Irán. Las conversaciones en Omán han sido las primeras de esta índole desde que Trump en su primera administración decidiera abandonar de manera unilateral en 2018 el JCPOA, un histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Irán y los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, más la Unión Europea. Trump justificó la salida de Estados Unidos por la supuesta falta de resultados y los supuestos intentos ocultos de Irán por hacerse con un arma nuclear. A su vez, impuso más sanciones y Teherán, en respuesta, se fue distanciando cada vez más de sus compromisos con la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
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