La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) ha advertido de que cerca del 73 por ciento de los pacientes pediátricos con cefalea crónica mantienen la dolencia durante el periodo adulto. Así lo ha comunicado la SENEP en el marco del Día Nacional de la Cefalea, que se celebra el próximo 19 de abril. En este sentido, la Sociedad ha señalado que la cefalea es un motivo de consulta muy frecuente en la edad pediátrica, tanto en el ámbito de la Atención Primaria, como en las Urgencias pediátricas, así como en las consultas de Neuropediatría, "dada su frecuencia e impacto negativo en la calidad de vida de los niños". "La mayor parte de las consultas de cefalea en menores se dan en el contexto de problemas banales o de poca importancia, como infecciones; si bien existe un importante número de pacientes que sufren cefalea de forma recurrente, en particular cefalea tensional o migraña, con riesgo de cronificación. Sólo en un porcentaje muy pequeño de pacientes con cefalea, ésta es síntoma de una enfermedad grave", ha indicado el neuropediatra y portavoz de la SENEP, Ramón Cancho. Globalmente, entre un 75-90 por ciento de niños sufre a lo largo del periodo infantil algún episodio de cefalea. Además, aproximadamente, un 20 por ciento de niños y adolescentes entre 4 y 18 años indica haber tenido episodios de cefalea frecuentes o severos en el año previo.
EDAD DE APARICIÓN Y TIPOS DE CEFALEAS
Cancho ha informado que, en general, a partir de los 5-6 años de edad empiezan a aparecer la mayor parte de los pacientes con cefalea recurrente; "siendo creciente con la edad y máximo en la adolescencia", señala. En concreto, pueden considerarse dos grandes grupos de cefaleas según su causa: primarias, sin trastorno definido causante, y secundarias o sintomáticas, directamente causadas por un trastorno definido. "Entre las primarias, sin duda las más importantes y frecuentes son la cefalea tensional, y la migraña con todas sus variantes: con aura, sin ella, síndromes periódicos relacionados, etc.", precisa Cancho. Además, el experto ha explicado que las cefaleas secundarias se asocian frecuentemente a procesos infecciosos y febriles, como gripe, amigdalitis o sinusitis. "Es poco habitual que la cefalea sea el principal síntoma de una infección de mayor gravedad como meningoencefalitis, y si es el caso, suele ir acompañada de otros síntomas notorios, como letargia, rigidez de nuca, convulsiones o alteraciones de conducta, entre otros síntomas", ha agregado. Igualmente, resalta que existen otras causas muy infrecuentes de cefalea pediátrica secundarias a procesos graves, como las que se presentan en algunos tumores cerebrales o en procesos vasculares (ictus), pero suelen ir también acompañadas de otros síntomas que hacen reconocible el cuadro.
CUÁNDO CONSULTAR POR UNA CEFALEA
Con todo ello, desde SENEP recuerdan que, en el caso de la cefalea recurrente y sin sospecha de enfermedad grave subyacente, se debe preguntar a un especialista si existe limitación en la calidad de vida del menor o un menoscabo en sus actividades, ya que la cefalea tensional y la migraña pueden mejorarse con medidas diversas. Por otro lado, Cancho advierte de que existen signos y síntomas más sospechosos de estar ligados a una patología importante. Como que se asocien a vómitos persistentes matutinos; que la cefalea sea evidente al final del sueño nocturno y al despertar; que aumente la intensidad de la cefalea con los esfuerzos; que se incremente en el tiempo, y que se asocie a crisis convulsivas o a alteraciones visuales sobrevenidas. Por último, señala que el neurólogo infantil debe estar presente en los protocolos de trabajo de la cefalea pediátrica, ya que asegura que "es el especialista mejor formado para una adecuada clasificación de la cefalea pediátrica".
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