MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El registro de “autoprohibidos” para evitar acceder al juego ‘online’ creció el pasado ejercicio un 12,02% y ascendió en el conjunto de España hasta los 56.329 inscritos, lo que supone la adhesión de 6.042 personas más que un año antes para evitar caer en las apuestas telemáticas.
Andalucía es la comunidad con más inscritos en el archivo, denominado de forma oficial como Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), con 13.811 personas apuntadas o el 24,52% del total nacional, según datos proporcionados este domingo por el Ministerio de Consumo.
Sin embargo, los territorios en los que más aumentó el censo el año pasado fueron Baleares, donde el censo creció un 56% y alcanzó los 1.183 inscritos; Murcia, con 2.572 personas y un aumento del 23%; y Castilla-La Mancha, con 2.806 personas adheridas y un crecimiento interanual del 23%.
Por el contrario, las comunidades autónomas con un menor crecimiento relativo en el año fueron Aragón, donde aumentó un 6,64% (alcanzó los 5.250 registros) y Castilla y León, con un 9,76% (3.406).
Por provincias, Cuenca es la que experimentó un mayor crecimiento, al pasar de 103 registros en 2019 a 145 en 2020 (40,78%). Le siguen Tarragona (39,63%), Teruel (34,06%), Segovia (28,45%), Ciudad Real (24,76) y Lugo (24,19%). Las provincias que muestra un menor crecimiento relativo fueron Sevilla (4,41%), Zaragoza (5,55%), Huelva (5,61%), León (5,63%) y Granada (6,10%).
Según explicó el Ministerio de Consumo, una de las medidas de protección que existen en España es la inscripción en el registro de “autoprohibidos” cuando una persona detecta su adicción al juego, ya que le impide el acceso a la actividad. Al darse de alta, la administración y las empresas imposibilitan la entrada a portales ‘online’ donde se puede apostar. En esta base de datos se pueden inscribir voluntariamente aquellas personas que quieren protegerse a sí mismas y a sus familias de los efectos de una acción compulsiva del juego.
Actualmente existe un registro de carácter estatal, que impide el acceso al juego ‘online’, y cada comunidad autónoma posee uno propio que le permitirá a la persona inscrita ver restringida su capacidad de jugar en aquellos establecimientos físicos de juego regulados por las comunidades autónomas.
El RGIAJ sólo muestra los datos de personas que se autoexcluyen del juego ‘online’ de ámbito estatal en la actualidad y no existe una conexión con los registros autonómicos para el juego presencial, salvo con el de Castilla-La Mancha. En la práctica supone que quien se registre en el fichero estatal encontrará vetado su acceso a juegos ‘online’, pero no a establecimientos físicos si no se inscrito en el archivo correspondiente de la comunidad autónoma; y a la inversa.
El ministerio indicó que su objetivo es “que la inscripción se extienda a todos los registros como forma de potenciar la protección institucional a las personas y familias que más lo necesitan”, y a tal efecto el Gobierno central “avanza”, junto a las comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla “hacia una coordinación total en la protección de personas con trastorno del juego y de sus familias”. La intención es que acaben comunicándose como una única base de datos y el Ministerio prevé presentar dicha interconexión este mismo trimestre.
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