MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Partes de la llamada ‘última zona de hielo’ del Ártico -denominada así porque puede servir como refugio para albergar especies dependientes del hielo cuando las condiciones en las áreas cercanas se vuelvan inhóspitas, como los osos polares- ya están mostrando una disminución de la superficie helada en verano, con lo que también es vulnerable a los efectos climáticos.
Ésta es la conclusión de una investigación realizada por cinco científicos de Canadá y Estados Unidos, y publicada este jueves en la revista ‘Communications Earth & Environment’.
La ‘última zona de hielo’ está situada al norte de Groenlandia y abarca las islas del archipiélago ártico canadiense. El mar de Wandel es el sector más oriental, donde se espera que el hielo marino espeso y antiguo perdure más que en otros lugares, pero en agosto de 2020 mostró su vulnerabilidad a los efectos a largo plazo del cambio climático.
"El pensamiento actual es que esta área puede ser el último refugio para especies dependientes del hielo. Así que si, como muestra nuestro estudio, puede ser más vulnerable al cambio climático de lo que la gente ha estado asumiendo, eso es importante", apunta Axel Schweiger, científico polar en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington (Estados Unidos).
La forma en que les va a ir a las últimas regiones cubiertas de hielo es importante para los osos polares, que usan el hielo para cazar; las focas, que necesitan el hielo para construir guaridas para sus crías, y para las morsas, que emplean el hielo como plataforma para alimentarse.
"Durante mucho tiempo se ha esperado que esta área sea el principal refugio para las especies dependientes del hielo porque es uno de los últimos lugares donde esperamos que el hielo marino de verano sobreviva en el Ártico", indica Kristin Laidre, científica principal del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington.
MAR DE WANDEL
El estudio se centró en el hielo marino en agosto de 2020 en el mar de Wandel, un área que solía estar cubierta durante todo el año con hielo espeso de varios años.
"El hielo marino circula a través del Ártico, tiene un patrón particular y, naturalmente, termina acumulándose contra Groenlandia y la costa norte de Canadá", explica Schweiger, quien añade: "En los modelos climáticos, cuando los haces girar hacia adelante en el próximo siglo, esa área tiene la tendencia a que el hielo sobreviva en el verano más tiempo".
Al igual que otras partes del océano Ártico, el hielo en el mar de Wandel se ha ido adelgazando gradualmente. Las imágenes satelitales mostraron un mínimo histórico de sólo el 50% de concentración de hielo marino el 14 de agosto de 2020.
El nuevo estudio utiliza datos satelitales y modelos de hielo marino para determinar qué causó el mínimo histórico del verano pasado. Encuentra que alrededor del 80% se debió a factores relacionados con el clima, como los vientos que rompen y mueven el hielo. El otro 20% se debe al adelgazamiento a largo plazo del hielo marino debido al calentamiento global.
El modelo simuló el periodo del 1 de junio al 16 de agosto y encontró que los vientos inusuales movieron el hielo marino fuera del área, pero la tendencia de adelgazamiento de varios años también contribuyó, al permitir que más luz solar calentara el océano
"Durante el invierno y la primavera de 2020 había zonas de hielo más viejo y grueso que se habían desplazado hacia allí, pero había suficiente hielo más delgado y nuevo que se derritió para exponer el océano abierto", recalca Schweiger.
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