MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha expresado su temor a que la nueva Ley de Universidades que dejó preparada el exministro Manuel Castell sea regresiva para la inclusión de las personas con discapacidad respecto de la vigente de 2007, “hecho gravísimo que debe ser revertido, y así lo ha exigido al nuevo ministro de Universidades, Joan Subirats”.
El Cermi indica que la no discriminación y la inclusión no pueden ser meras declaraciones formales, sin contenido efectivo, “como quedarían en la nueva ley, sino que debe regularse un repertorio de apoyos e instancias de promoción de la igualdad con el rango de derechos, que vinculen a todos los operadores del sistema universitario.”
Esta es la cuestión más relevante que el movimiento de la discapacidad articulado en el Cermi tiene en su agenda política universitaria, para la que pide diálogo y acuerdo al nuevo equipo del Ministerio de Universidades.
El Cermi ha repasado públicamente sus reivindicaciones y demandas en materia de inclusión universitaria en el marco del III Congreso CREUP-Crue que desde ayer se celebra en Valencia, un evento que gira en torno a mesas redondas de debate entre diferentes segmentos de la Universidad para dialogar y planear mejoras en el sistema universitario español.
Así, el delegado Cermi para los Derechos Humanos y la Convención ONU de la Discapacidad, Gregorio Saravia Méndez, ha intervenido en la mesa redonda ‘Discapacidad y Dimensión Social’, en la que se han tratado temas como la inclusión de personas con discapacidad, las deficiencias y necesidades del sistema universitario en este ámbito y qué se puede hacer para garantizar la inclusión real de las personas con discapacidad.
Esta mesa ha sido moderada por el presidente de la Creup, Nicolás Hernández, y en la misma, junto al Cermi, también han participado Kirian Sebastián Riquelme Saldivia, estudiante con discapacidad visual del Máster Universitario de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, y un técnico de especializado en discapacidad de la Unidad de Discapacidad de la Universidad de Valencia.
En su intervención, el Delegado del Cermi ha hecho referencia a "las fecundas alianzas y lazos de colaboración que unen a las instituciones universitarias y el movimiento Cermi, por la meta en común de hacer realidad la educación inclusiva, reconocida en el artículo 24 de la Convención de la Discapacidad y en la legislación interna española, para que las personas con discapacidad tengan acceso en igualdad de condiciones y sin discriminación a la educación superior y la formación profesional".
Reconociendo el esfuerzo que los centros universitarios españoles han desarrollado en pos de avanzar en la inclusión, quedan, no obstante, muchos objetivos por alcanzar porque "debemos tener en cuenta que para la remoción de barreras primero debemos tomar conciencia de su existencia y éstas muchas veces resultan indetectables para todos excepto para la frustración de quienes tienen que padecerlas".
Junto con las diferencias que existen entre las distintas discapacidades, el delegado del Cermi también ha subrayado que "no podemos perder de vista que estamos hablando de personas y éstas, cada una desde su individualidad e identidad, tiene no sólo sus propias circunstancias sino también su particular manera de vivirlas y sus particulares necesidades de apoyo".
En cuanto a la infraestructura tecnológica, el representante del Cermi ve enormes oportunidades para poder incluir a las personas con discapacidad en el ámbito de los estudios superiores pero, a su vez, también resalta "que las personas con discapacidad no deben quedar afuera de la tarea que implica el diseño de entornos, herramientas y estrategias de participación verdaderamente inclusivas".
Respecto a las Unidades de Atención a la Discapacidad, el Cermi reconoce la “valiosa” labor que desempeñan pero también señala que no siempre cuentan con los recursos humanos, técnicos o económicos para poder brindar un servicio de calidad y que es de crucial importancia para el estudiantado con discapacidad.
En el bloque temático dedicado a los recursos académicos adaptados a las personas con discapacidad, el delegado manifiesta que "resulta esencial tomarnos en serio la accesibilidad cognitiva que es la condición que deben cumplir los textos, tecnología y pictogramas para que todas las personas puedan entenderlos fácilmente". En este sentido, el delegado cree que "hay una deuda de la sociedad en su conjunto hacia las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo para que puedan ejercitar sus derechos de forma plena a una educación inclusiva".
La aprobación de la reforma de la Ley General de Discapacidad para el reconocimiento de la accesibilidad cognitiva constituye un paso de enorme importancia pero no debemos olvidar, según el delegado, "que todavía vivimos en una sociedad cargada de esquemas capacitistas y en el que hay una fuerte tendencia a la construcción de estereotipos que no guardan ningún tipo de contacto con lo que son las personas con discapacidad, sus realidades y el enorme potencial que tienen para enriquecer la vida de toda la ciudadanía".
En el último bloque de la mesa redonda, dedicado a la vida universitaria y la participación, el Cermi ha señalado que los estudios superiores son para las personas con discapacidad la mejor llave de acceso para abrir las puertas hacia el mundo laboral pero que no puede recaer todo el peso en las propias personas con discapacidad y sus familias. A éstas se les ha exigido esfuerzos titánicos, por lo que las universidades y la administración pública en su conjunto deben apostar de forma decidida por la inclusión y transformar en hechos y dotar de contenido al lema de que nadie quede atrás.
En otras palabras, concluyó el delegado, "no tendremos auténtica excelencia universitaria mientras descuidemos la protección de los derechos de las personas con discapacidad y demos la espalda al respeto que merece el ejercicio al derecho a una educación inclusiva en los estudios superiores".
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