MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
África sigue soportando la mayor carga de malaria o paludismo según el último Informe mundial de malaria 2022 de la OMS, con 234 millones de casos al año.
Según la OMS, el continente africano representó el 95% de todos los casos de paludismo en el mundo. La malaria sigue siendo una enfermedad que afecta con más intensidad a los niños menores de cinco años, comprendiendo esta franja de edad el 80% de las muertes por paludismo.
En el caso de Camerún, país en el que Fundación Recover trabaja para controlar la enfermedad, es altamente endémica, lo que significa que “los más de 27 millones de cameruneses están expuestos regularmente a la enfermedad”, explicó Emilie Ngono, representante de la fundación en Camerún.
En 2022 el país registró más de tres millones de casos de malaria y casi 4.000 muertes, la mayoría entre niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
Sin embargo, según el último informe de la OMS, en 2021 Camerún se ha convertido en uno de los 15 países que ha conseguido reducir la incidencia de casos de malaria y la proporción de muertes de un 18% en 2019 a un 13,5% en la actualidad, datos que animan a todos los voluntarios de Recover a seguir trabajando.
MOSQUITERAS CON INSECTICIDA
“El uso de mosquiteras tratadas con insecticida (MTI), la implicación de los trabajadores sanitarios de la comunidad y la mejora de la calidad del diagnóstico y tratamiento son algunos de los factores que han conseguido alcanzar el control de la enfermedad”, destacó Ngono.
En un trabajo conjunto con las autoridades locales y siguiendo las recomendaciones de la estrategia nacional implementada en el país, la Fundación trabaja en la prevención y el tratamiento de la enfermedad a través de campañas de sensibilización tanto en los centros escolares como en las comunidades. Además, reparte de mosquiteras tratadas con insecticidas (MTI) entre las familias que participan en la campaña.
Durante el año 2023, esta institución busca alcanzar a 1.360 niños y niñas a través de los centros escolares, así como de las familias, siendo tanto el profesorado local como las madres de los menores los que se convierten en agentes de sensibilización. Para ello propone formar a un colectivo de “madres saludables” para que sean las impulsoras de las medidas preventivas.
|