MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
La demanda de electricidad en los centros de datos de todo el mundo se duplicará con creces para 2030 hasta alcanzar unos 945 teravatios-hora (TWh), una cifra ligeramente superior al consumo eléctrico total de Japón en la actualidad.
La inteligencia artificial (IA) será la principal impulsora de ese aumento y se prevé que la demanda de electricidad de los centros de datos optimizados para IA se cuadruplicará con creces en 2030.
Esos datos figuran en el informe especial 'Energía e IA', elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y difundido este jueves. Ese documento ofrece el análisis global más completo y basado en datos hasta la fecha sobre la creciente conexión entre la energía y la inteligencia artificial.
El informe se basa en nuevos conjuntos de datos y en una amplia consulta con responsables políticos, el sector tecnológico, la industria energética y expertos internacionales.
La IA tiene el potencial de transformar el sector energético en la próxima década al impulsar un aumento repentino de la demanda de electricidad de los centros de datos en todo el mundo, a la vez que abre oportunidades para reducir costes, mejorar la competitividad y reducir las emisiones.
En Estados Unidos, el consumo de energía de los centros de datos representará casi la mitad del crecimiento de la demanda de electricidad de aquí a 2030. Impulsada por el uso de la inteligencia artificial, se prevé que la economía estadounidense consuma más electricidad en 2030 para procesar datos que para fabricar todos los bienes de alto consumo energético en conjunto, como el aluminio, el acero, el cemento y los productos químicos.
PAÍSES RICOS
El informe prevé que los centros de datos impulsarán más de un 20% del crecimiento de la demanda de electricidad en los países ricos hasta 2030, lo que permitirá que el sector energético de esas economías recupere la senda del crecimiento tras años de estancamiento o disminución de la demanda en muchas de ellas.
Según el informe, se utilizará una amplia gama de fuentes de energía para satisfacer las crecientes necesidades de electricidad de los centros de datos, aunque se prevé que las energías renovables y el gas natural asuman el liderazgo por su competitividad en costes y su disponibilidad en mercados clave.
"La IA es uno de los temas más importantes en el mundo energético actual, pero hasta ahora, los responsables políticos y los mercados carecían de las herramientas necesarias para comprender plenamente sus amplios impactos", apuntó Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
Birol añadió: "Se prevé que la demanda mundial de electricidad de los centros de datos se duplique con creces en los próximos cinco años, consumiendo para 2030 tanta electricidad como todo Japón actualmente".
"Los efectos serán especialmente fuertes en algunos países. Por ejemplo, en Estados Unidos, los centros de datos van camino de representar casi la mitad del crecimiento de la demanda de electricidad; en Japón, más de la mitad; y en Malasia, hasta una quinta parte", subrayó Birol.
INCERTIDUMBRES E INTERROGANTES
Por otro lado, el informe destaca incertidumbres como las perspectivas macroeconómicas hasta la rapidez con la que se adoptará la IA. También plantea interrogantes sobre la capacidad y productividad de la inteligencia artificial, la rapidez con la que se producirán las mejoras de eficiencia y si se podrán resolver los cuellos de botella en el sector energético.
Según el informe, la inteligencia artificial podría intensificar algunas tensiones en materia de seguridad energética y, al mismo tiempo, ayudar a abordar otras. Los ciberataques a las empresas de servicios públicos de energía se han triplicado en los últimos cuatro años y se han vuelto más sofisticados gracias a la IA. Al mismo tiempo, esta se está convirtiendo en una herramienta crucial para que las compañías energéticas se defiendan de estos ataques.
Otra preocupación en materia de seguridad energética se relaciona con la creciente demanda de minerales críticos utilizados en los equipos de los centros de datos que impulsan la IA.
EMISIONES
El informe indica que, si bien se prevé que el aumento de la demanda de electricidad para los centros de datos impulse las emisiones, este aumento será pequeño en el contexto del sector energético en general y podría compensarse con la reducción de emisiones que permite la inteligencia artificial si su adopción se generaliza.
Además, a medida que la IA se vuelve cada vez más integral para el descubrimiento científico, el informe concluye que podría acelerar la innovación en tecnologías energéticas como las baterías y la energía solar fotovoltaica. "Con el auge de la IA, el sector energético está a la vanguardia de una de las revoluciones tecnológicas más importantes de nuestro tiempo", apostilló Birol.
Según el informe, los países que desean beneficiarse del potencial de la IA deben acelerar nuevas inversiones en generación y redes eléctricas, mejorar la eficiencia y la flexibilidad de los centros de datos, y fortalecer el diálogo entre los responsables políticos, el sector tecnológico y la industria energética.
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