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Gabriel Muñoz Cascos
Nacido en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) en 1935. Perito Mercantil por la Escuela Profesional de Comercio de Sevilla en 1954. Profesor Mercantil por la Escuela Profesional de Comercio de Sevilla en 1955. Licenciado en Derecho por la Universidad Europea de Madriden 2009. Ejerció como ejecutivo, asesor de empresas y auditor de cuentas. Ex colegiado del Colegio de Abogados de Córdoba. Ex miembro del Registro Oficial de Auditores de Cuentas de España. Ex miembro del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España Colegiado del Colegio de Economistas de Córdoba. En posesión de la insignia de oro del Colegio de Economistas de Córdoba, otorgada por la Junta de Gobierno de ese Ilustre colegio el día 4 de diciembre de 2019. Presidente de Honor Vitalicio del Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Córdoba desde el día 20-6-2002. |
Mi corazón envejece, a la par que mis recuerdos; cuando deje de latir, todo quedará en silencio.
¡Qué progreso, madre mía!, ¡qué altura de pensamiento!, ¡cómo rezuma talento Pedro Sánchez cada día!
Llegó el lunes 29 de abril de 2024. Y, como “todo pasa y todo queda”, pasaron los cinco días de la ignominia sanchista y nos quedó Sánchez al desnudo, el Puto Amo (Puente dixit), pero más cateto y dictador que nunca. Me baso, naturalmente, en sus propias manifestaciones de corte tan populista, como las de Maduro, López Obrador y compañía.
En bastantes ocasiones he escrito sobre este pobre hombre que preside, para desgracia de todos, el gobierno de España. Y otras tantas le he tachado de cateto (solo hay que ver cómo se contonea, para exhibir su supuesta guapura), también de plagiador (porque ha plagiado más de una vez) y de embustero (porque ha mentido en innumerables ocasiones).
La esperada adhesión multitudinaria e inquebrantable a la convocatoria del Comité Federal del PSOE, para adular al vanidoso Pedro Sánchez, ha resultado un rotundo fracaso que traerá consecuencias poco gratas para este cuentista. Ya me dirán si no es así, cuando ellos mismos (que multiplican siempre) dan una asistencia de 12.500 personas.
A quienes estamos convencidos de la iniquidad intrínseca de Sánchez, no nos va a confundir la supuesta “carta de amor” de este cateto personaje a su Begoña amada, redactada de su “puño y letra” (con sus tradicionales errores y faltas gramaticales) y exceso de egolatría.
Si analizan cómo está el mundo, en lo que respecta a los abortos y a la eutanasia, debemos ponernos en vigilante alerta. Porque para que “los progresistas” puedan seguir haciendo las políticas de “gastos superfluos”, lo “ideal” -según ellos- es que “no haya nacimientos” y que los pensionistas “no vivan muchos años”. Ya sabemos que para aplicar la eutanasia no será necesario estar enfermo.
No soy especialista en belleza física y mucho menos en la masculina. Sobre la femenina, debo reconocer que -como cualquier varón- aprecio las facciones nobles (y los andares salerosos) con las que el Creador quiso adornar a las mujeres que estaban destinadas a ser: buenas hijas, buenas esposas y buenas madres.
Dos sencillos productos de la Tierra, como el buen vino y la harina de trigo, se convierten en celestial Amigo que en el Sagrario, por Amor se encierra.
No tengo oro ni plata, ni bienes evaluables, tan solo tengo los cables de una instalación barata.
¿Quién se atreve ¡vive Dios! a decir que Dios no vive? ¿Quién puede ser tan proclive a tan impío contradiós?
Ayer, recién aterrizado de uno de sus muchísimos viajes en Falcon (¡que nos está costando un huevo!) y sin avisos previos del feísimo Puente -el enfadado-, apareció (ridículamente vestido de ayudante de forense) en el Valle de los Caídos, un desmejorado Sánchez para demostrar a “todo el mundo” el gran interés por los muertos del bando republicano de nuestra guerra civil.
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