Existe algo que obsesiona a la población y que mantiene en vilo sus expectativas de futuro
Una sensación que se comparte a la hora de comer, al salir del trabajo, en el café de media mañana o en las primeras páginas del periódico. El estado de ánimo que la crisis deja en la sociedad y lo que repercute en nuestras relaciones diarias. Para superar la desconfianza que late en las calles, es preciso un ejercicio de autocrítica individual, porque transformar el aquí y ahora además de un reto, es una necesidad.