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Aurora Peregrina Varela Rodriguez
Nace en Caracas, Venezuela. Doctora en Ciencias de la Informacion. USC. 1998. Licenciada en Madrid en Imagen y Sonido. 1990. Colaboradora de revistas en Internet, como Horizonte de Letras o Arena y Cal. Colaboradora de Alerta Digital. Autora de los libros de poemas "Amaneciendo" y "Tsunami de rosas". |
Locha a locha, euro a euro, peso a peso, bolívar a bolívar… pero no los tengo, sólo soledad, pena y horror, un amor que me llama sin control, amor que huele a muerte, a asesinato, mejor no responder entonces aunque el corazón reclame.
¿Por qué nos habremos desesperado tanto, si total, el llegar se tomó el tiempo que le vino bien y no le importó nuestros sentimientos?... Pero esto se aprende de viejos cuando ya no hay marcha atrás, de momento estamos aquí, a ver que hay más allá.
Leeré aquella revista al amanecer mientras las luces se apagarán al anochecer y pediré a la vida tranquilidad cual la mejor virtud y el mejor resultado de un largo aprendizaje.
Deseando acabar ya con esta melancolía, otros la olvidarán y para ellos serán palabras pasajeras, verbo a verbo, angustia milagrosa y
querer sobrevivir.
Son los de la vida alegre, los que disfrutan y a los que nunca nada ha faltado y así, fueron progresando, vida dichosa, mucha vida feliz,
pero poca vida interior... ¿qué puede pasar entonces con ellos?
Mis ojos se fijarán en lo horrible de los días que pasan todos son iguales, inhumanos y privados de la belleza espiritual.
La de las sábanas blancas, la que consigue el amor cuando la lluvia le cae encima de manera despiadada.
No soy sabia ni seré abuela pero sigo siendo yo
Deseo lo peor a todos los que me desean lo peor, yo soy del ojo por ojo, yo soy del diente por diente... yo soy la mujer que adapta su vida a los tiempos, que vive bailando al ritmo que le marcan porque es la única manera de que ella marque el suyo. Soy una mujer alegre y fiestera, valiente y un poco complicada, no una pobre desgraciada abandonada a su suerte, porque yo lo valgo.
si ellos van poco a poco abandonándole, les daría por respuesta
el seguirles, no el estar aquí, no el sufrir, no vivir rodeada de: "la inquietante soledad"
Deseo lo peor a todos los que me desean lo peor, yo soy del ojo por ojo, yo soy del diente por diente... yo soy la mujer que adapta su vida a los tiempos, que vive bailando al ritmo que le marcan porque es la única manera de que ella marque el suyo. Soy una mujer alegre y fiestera, valiente y un poco complicada, no una pobre desgraciada abandonada a su suerte.
Todo será de nuevo difícil, el trabajo, los estudios, la salud será peor, volverá a ser infeliz al ver como se van juntos por los senderos...
¿de la felicidad? mientras ella se quedará pensando, verdaderamente filosofando, sobre... su porvenir.
Se quedó en la calle, ese hombre, ahora pasa hambre.
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