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Unos 420.000 niños en la Amazonia de Brasil, Colombia y Perú encaran un acceso muy precario a alimentos, agua potable, educación y salud, como consecuencia de la severa sequía que minimiza el caudal de los ríos de la cuenca, según ha alertado esta semana el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La muerte de más de 120 delfines rosados y grises (Inia geoffrensis) en el área del lago Tefé en el norte de Brasil, “da cuenta de la grave crisis ambiental que atraviesa la Amazonia”, según ha advertido el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Fomentar empresas locales y reconocer los derechos de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades tradicionales son claves para desarrollar y a la vez conservar la Amazonia, según plantean más de 100 organizaciones de la región a los gobiernos comprometidos en el Tratado de Cooperación Amazónica.
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), World Vision lanza la Iniciativa de la Cuenca Amazónica, una propuesta programática y de incidencia centrada en los niños y las niñas para asegurar la resiliencia al cambio climático y contribuir a medios de vida sostenibles para las familias, en una de las regiones del mundo más ricas ambientalmente, pero socialmente desigual.
El Banco Mundial ha propuesto un nuevo modelo de desarrollo para la Amazonia Legal de Brasil, basado en la combinación de la productividad urbana y rural con la protección de los bosques. La Amazonia Legal comprende nueve de los 26 estados de Brasil, prácticamente todo el norte, oeste y parte del centro del país, con un área de 5,2 millones de kilómetros cuadrados –más de 60 % del territorio- y unos 28 millones de habitantes, de los cuales al menos un tercio son pobres.
La deforestación en la Amazonia de Brasil ha alcanzado un nuevo récord durante la primera mitad del año. Según la Agencia Espacial Brasileña, en 2022 se han deforestado prácticamente 4.000 kilómetros cuadrados, un área cinco veces mayor que la ciudad de Nueva York. La deforestación de la región ha tenido un aumento drástico bajo el Gobierno del presidente brasileño de derecha, Jair Bolsonaro.
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