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Cada 8 de diciembre los católicos de tradición hispánica armamos el pesebre. Quienes provenimos de los barcos que trajeron a nuestros padres o abuelos, solemos agregar el árbol y nos ocupamos de adornar la casa con el resto de los dispositivos navideños, sobre todo pensando en los chicos, los tengamos lejos o cerca, en fuga.
Los españoles gozamos de una gran devoción por la Inmaculada Concepción, reconocida como tal por el dogma de 1854, que fue proclamado por el papa Pío IX. Asimismo fue declarada patrona de España desde el siglo XVII. En mi familia se trata de un día muy especial.
Patrimonio Nacional abrirá al público todos los Reales Sitios y Monasterios que gestiona en los próximos días festivos, tanto el miércoles 6, Día de la Constitución Española, como el viernes 8, Día de la Inmaculada Concepción. El día de la Constitución algunos espacios tendrán acceso gratuito durante determinadas franjas horarias.
La Reina del Cielo, Inmaculada,
fue escogida por Dios, con regocijo,
para que fuera Madre de Dios Hijo
y diese al Buen Jesús una morada.
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