| ||||||||||||||||||||||
«Podría ponerme en mitad de la Quinta Avenida y disparar a alguien y no perdería ni un votante». Quizá esta frase sea la que mejor retrata la manera de pensar de un individuo que está por encima de la ley y de unos votantes cautivos cuya única pretensión es adorar a un líder mesiánico y por supuesto peligroso, tal y como suelen ser todos los iluminados.
Como ciudadano que busca la paz y estabilidad en todos los sentidos, esta columna la he escrito alejado de todo sinónimo, antónimo, calificativo, es para que se reflexione en pro de la paz del mundo. Es oportuno poner el pie donde es. Sólo los ambiciosos quieren guerra.
Tras la incontestable victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, si bien buena parte de la atención financiera e inversora se está centrando en el espectacular comportamiento de la bolsa norteamericana -y el pobre comportamiento de la española, liderada por el sector bancario-, entendemos que el movimiento de mayor calado a medio plazo lo estamos observando en la renta fija a ambos lados del Atlántico.
|