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Bien sabemos que la palabra “navidad” tiene su origen en el latín “nativitas”, que significa nacimiento y, en el latín eclesiástico “Nativitas Domini” se refiere al nacimiento de Jesucristo. Ahora bien, si analizamos brevemente los antecedentes pre-cristianos, nos encontraremos con celebraciones y festividades que tenían lugar en distintas culturas cuya herencia en rituales contribuyó bastante a conformar lo que hoy celebramos la noche del 24 y el 25 de diciembre.
La trama constitutiva de cada persona es inabarcable e insustituible. Se forja a través de los hilos interiores y con las influencias exteriores, pero con el carácter singular de una entrañable consistencia. Las etapas de sus trayectorias aportan infinidad de ricas matizaciones sujetas a explicaciones complejas.
De regreso, regresó mi mente e ingreso a los recovecos de la misma, dónde estuve cavilando...
Aún no ha nacido nadie capaz de explicarnos la esencia de lo que somos, y por lo tanto seguimos braceando en busca de dicha información. Al profundizar sobre cualquier concepto, se desvanece sin dejar rastro. Como consecuencia, las actuaciones carecen de la consistencia interpretativa deseada.
El armario sin fondo de tu esencia...
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