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Las aftas bucales, también conocidas como úlceras, son heridas que afectan la mucosa oral y pueden dificultar la vida diaria de quienes las padecen. Estas lesiones, que varían en tamaño, son sumamente dolorosas y suelen aparecer en el interior de las mejillas, labios, encías y lengua. Aunque generalmente desaparecen por sí solas, las aftas pueden durar días o incluso semanas, afectando la capacidad de comer, beber y hablar con normalidad.
La sabiduría popular afirma que la mejor manera de curar una herida es dejarla al aire, para que se oxigene, pero no siempre es así. En este artículo se aclara cuándo y por qué se debe cubrir una herida. Como regla general, para curar una herida abierta, antes de decidir si cubrirla o no, es necesario cortar la hemorragia, si la hubiera. Lo único que hay que hacer, en este sentido, es ejercer presión sobre la zona de la lesión.
Lo intentas, una y otra vez, pero algo falla. Al mismo tiempo que acumulas relaciones, acumulas decepciones y notas que no eres tú, que no fluyes. Ves que pasa el tiempo y no acabas de intimar, no acabas de darte a nadie. Aquella relación del pasado te dejó marcada y no consigues sanar “si tienes una herida en carne viva, en el brazo, y te vas chocando con cualquier cosa, te va a doler. Antes, tienes que curarte.
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