Con el objetivo de guiar al profesional desde el análisis completo de una herida hasta la gestión de objetivos y seleccionar el tratamiento óptimo, se ha presentado el denominado “Triángulo de Evaluación de las Heridas”, una herramienta desarrollada por la World Union Wound Healing Society (WUWHS) y que ahora un grupo español, impulsado por Coloplast, la ha traducido, adaptado y presentado en el XII Simposio Nacional sobre Úlceras de Presión y Heridas Crónicas celebrado en Valencia.
Según la doctora Elena Conde Montero, médico especialista en Dermatología en el Centro de Especialidades Vicente Soldevilla y en el Hospital Universitario Infanta Leonor, “el Triángulo de Evaluación surge para cubrir una necesidad planteada por los profesionales que tratan las heridas. Tras realizar una encuesta –añadió- se detectó que muchos de ellos notaban frecuentes alteraciones en la piel perilesional de los pacientes, lo que condicionaba no solo la cicatrización de la herida sino la calidad de vida del paciente”.
Por ello, la WUWHS, asociación mundial que reúne varias sociedades de diferentes países relacionadas con el tratamiento de las heridas, ha venido desarrollando esta herramienta y, junto con Coloplast, está promoviendo su utilización en los distintos países. Ahora, el grupo español, formado por expertos en heridas de diferentes centros del país, liderado por el doctor José Luis Lázaro (UCM) y al que acompaña la doctora Elena Conde, lo han adaptado al castellano y presentado en Valencia.
Esta herramienta permite valorar las heridas con un enfoque más holístico y sistemático, ya que incluye aspectos como las circunstancias del paciente (edad, sexo, hábitos, patologías asociadas, etc), una valoración completa de la herida (lecho, borde de la herida y, por primera vez, la piel perilesional) así como el contexto social. “Con esta evaluación completa de la herida y del paciente se fijan los objetivos del abordaje y se selecciona el mejor tratamiento. Además, esta técnica puede detectar fallos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento”, señaló la doctora Conde, para quién ”el gran reto ahora es que esta nueva herramienta sea conocida en todos los centros sanitarios del país y que, en un futuro, se integre en los sistemas informáticos de los hospitales y centros de salud”.
Gestión de los espacios muertos, un reto en el tratamiento de las heridas. La cavidad/espacio que se forma entre un apósito y el lecho irregular que tienen todas las heridas se denomina “espacio muerto” y es en esta zona donde se acumula el exdado y posibles agentes de infección. Así, las complicaciones que provocan estos espacios muertos, otro de los grandes argumentos del Simposio, fueron abordadas por el enfermero del Centro de Salud de Onil, en Alicante, Pablo López Casanova. Doctor por la Universidad de Alicante y miembro del Comité Director del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), el doctor López Casanova, señaló que “se trata de complicaciones muy importantes, sobre todo en heridas postquirúrgicas, que retrasan muy considerablemente la cicatrización y, lo que es peor, ocasionan muchas veces infecciones graves que pueden desembocar, incluso, en la muerte”.
López Casanova afirmó también que “cuando no podemos utilizar los métodos tradicionales para manejar estos espacios muertos necesitamos recurrir a apósitos que ya tenemos y que nos pueden ayudar a evitarlos o, al menos, a minimizarlos”. En este sentido, destacó lo que se conoce como “conformabilidad” de los apósitos, “propiedad física que les permite interactuar con el exudado, con la sangre o con las bacterias, reduciendo así al máximo dichos espacios y, por tanto, el riesgo de complicaciones”. La conformabilidad permite a estos apósitos adaptarse al lecho de la herida, absorbiendo el exudado e impidiendo la formación de estos espacios muertos.
En este sentido, Mar Cruzado López, responsable Médica de Coloplast Cuidado de las Heridas, presentó la tecnología 3Dfit, exclusiva de la gama Biatain, que da respuesta a los grandes retos que se plantean médicos y enfermeros. Se trata –afirmó Mar Cruzado- de unos apósitos que se conforman perfectamente al lecho de la herida, absorben verticalmente el exudado y lo bloquean, reduciendo el riesgo de fugas así como la maceración de los bordes de la herida y la piel perilesional”. Por tanto –continuó- “se consigue mejorar la acción bactericida del apósito, acelerando la cicatrización y consiguiendo un importante ahorro de costes”.Además de la adaptación eficaz, Mar Cruzado destacó también la “fijación respetuosa y segura del apósito, que permite una retirada sin ningún dolor”.
Finalmente, el enfermero, Fernando Martínez Cuervo, miembro también del Comité Director del GNEAUPP y Director de la Residencia Geriátrica El Cristo, de Oviedo, señaló que el adecuado manejo de las heridas en la población geriátrica “adquiere una importancia capital por la cantidad de patologías asociadas que conlleva el paciente adulto y que exige el abordaje completo y sistemático que nos aporta el Triángulo de Evaluación”. Por otra parte, Martínez Cuervo alertó sobre la “formación insuficiente de los profesionales sanitarios, médicos y enfermeros, en el campo de las heridas” y animó al Sistema Nacional de Salud a “fomentar una mejor formación en este campo, así como a arbitrar medidas para una mejor comunicación entre los diferentes niveles asistenciales”.
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