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¡Hay que ver cuánto indigente intelectual y patito feo de la política ha aterrizado en el escenario del politiqueo! Se dice que son los responsables de la degradación de la política y del propio Congreso de los Diputados. Aquella seriedad y rigor que nos infundía respeto y nos aportaba credibilidad se ha acabado. La han destrozado.
Miseria de la ley contra la grandeza de la familia. Si no fuese terriblemente lamentable y baldón para España, sería para retorcerse de la risa. ¡Cuánta memez! Señora Belarra, escóndase en el basurero. La familia es muy anterior al Estado y el Estado no puede definir lo que es o no es la familia. “Contra facta non sunt argumenta”; (se lo traducimos a la Sra. Belarra y compañía): contra los hechos no existen argumentos.
Un ejemplo práctico de emocracia: la ministra Irene Montero defendiendo sus intolerantes fanatismos en el parlamento; es un auténtico paradigma explícito y visual de emocracia. La ley trans defiende e impone la emocracia, es un componente más de la ideología de género que impera, manda y ordena; con esta ley, además, se promociona todo un elenco de daños personales y sociales.
Lo que queda de la formación pastoreada, que no liderada, por Ione Belarra, estaba acurrucada como una perdiz esperando el momento de echar a correr. Eso de que Yolanda Díaz no contara con las «chicas» de Podemos para su proyecto de SUMAR, no sentó nada bien. Belarra, Montero, Serra y demás vidas regaladas empezaban a verse fuera de la política y no dormían sabiendo que se jugaban el futuro como políticas mediocres.
Hay burros en el Gobierno y en los aledaños de ese que precisan comer mucho trigo para enfrentarse a la cabal ministra de Defensa. Por mucho que «ladren» los morados contra Margarita Robles se quedarán a mitad de camino entre el deseo y la realidad. Dudo mucho que desde Unidas Podemos lleguen a intranquilizar la habitual parsimonia y buen hacer de Robles.
Señora Belarra, cuando se escuchan comentarios como los suyos, me encantaría fuera usted ciudadana de Ucrania, con domicilio y trabajo “normal”, en cualquier ciudad actualmente en el foco de los bombardeos. Me encantaría verla en la cola de los miles y miles de “compatriotas”, con unos niños de la mano, que no entienden nada y tienen hambre.
La extrema izquierda solo mira a Rusia, defienden al genocida más loco y degenerado del siglo XXI, incluso en la medida de lo posible impiden que otros lleven ayuda humanitaria o de otro tipo a Ucrania. Hoy, por encima de todo, España debe volcarse –y lo está haciendo—con Ucrania y con la población ucraniana por encima de todo.
Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados y diputada en las filas del PSOE, arrastró sin pudor la dignidad de la Cámara al apoyar la continuidad del diputado de Podemos, Alberto Rodríguez. La corrección posterior no enmienda la estupidez cometida el día antes porque la sentencia era clara en todos sus términos. Una sentencia que no precisaba reinterpretaciones, como más tarde aclaró el Tribunal Supremo.
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