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Las derechas españolas ya se han quitado la careta, ya no hace falta distinguir entre derecha extrema y extrema derecha. Partido Popular, Vox y los restos del naufragio de Ciudadanos van al unísono contra Pedro Sánchez al que acusan de usurpador, es natural, esta derecha montaraz que nos toca sufrir no está acostumbrada a perder elecciones.
Debemos recordar el esfuerzo del Presidente Trump porque no fueran contadas las personas que no tuvieran documentos o papelees infringiendo la ley que desde 1790 determina que Estados Unidos tiene que hacer un conteo completo de su población, sin importar el estatus legal de sus habitantes; impidiendo un conteo preciso y completo, así como que la fecha final del censo fue adelantada.
Una buena parte de la clase política se caracteriza por el odio. Los ojos desorbitados cuando se refieren a personas que no comulgan con lo que ellos piensan. Pretenden excluirlos de la palestra pública. Ignoran el proverbio que dice: “Hay hombres cuyas palabras suenan como estocadas”. La segunda parte del proverbio dice: “Mas la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12: 18).
Hay personas de cuyo nombre no merece la pena acordarse. El código deontológico de un periodista se basa fundamentalmente en dos principios: “la responsabilidad social y la veracidad informativa”.
Odio, odio hasta la tortura del ser, del mío que tiene que soportarlo todo.
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