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La publicidad y el marketing influyen en nuestras decisiones de compra. Su influencia es palpable en todos los sectores y se potencia en el mercado alimenticio, por lo que se vuelve esencial que los consumidores aprendan a identificar las cualidades de los productos que comen y sepan diferenciarlos para escoger los que más se ajusten a su dieta. Las grandes marcas de alimentación a menudo utilizan estrategias para ocultar la verdadera composición de sus productos.
En un mundo cada vez más consciente de los problemas medioambientales, de salud y bienestar animal, la adopción de una dieta basada en plantas está ganando terreno. Las proteínas vegetales se han convertido en una alternativa viable y atractiva a las proteínas animales, ofreciendo beneficios significativos. Este artículo explora tres de las principales fuentes de proteínas vegetales y el impacto de nuestras decisiones alimenticias en el entorno y en nuestra salud.
El incremento en la oferta de productos enriquecidos con proteínas refleja un cambio de tendencia hacia un perfil de consumidores más concienciado sobre la importancia de una alimentación equilibrada y saludable. Así lo evidencia un estudio donde destaca un incremento del 22,4% en el consumo de alimentos proteicos en España en 2023. El estudio analiza los hábitos alimenticios de la población española y revela cuáles son las tendencias más demandadas por los consumidores.
El aumento de la población mundial hace imprescindible la búsqueda de fuentes de proteínas alternativas a las de origen animal. En este sentido, las microalgas y la lenteja de agua suponen una alternativa óptima debido a su alto contenido proteico, así como sus altos rendimientos productivos en sistemas de cultivo artificial. Sin embargo, existen algunas limitaciones y retos técnicos que AINIA está estudiando en el marco del proyecto SUPRALEM.
La intolerancia a la lactosa es un trastorno relativamente frecuente: quienes lo padecen tienen dificultades para que su organismo asimile la lactosa, un compuesto azucarado específico de la leche y sus derivados. Las consecuencias son el padecimiento de diversos síntomas de malestar gastrointestinal, en ocasiones tan graves que pueden llegar a impedir que los afectados lleven una vida normal.
Es sabido por todos que para bajar de peso hay que comer de una manera sana, reducir las calorías de la dieta y hacer ejercicio físico, pero, ¿las proteínas ayudan a bajar de peso?, ¿son las grandes aliadas?. La respuesta es sí. Las proteínas aumentan la sensación de saciedad, algo que es fundamental a la hora de bajar de peso, ya que evita que uno coma entre horas y tenga la necesidad de comer productos procesados y que engorden. Los alimentos ricos en proteínas se absorben de manera más lenta retrasando la sensación de hambre.
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