La publicidad y el marketing influyen drásticamente en nuestras decisiones de compra. Su influencia es palpable en todos los sectores y se potencia en el mercado alimenticio, por lo que se vuelve esencial que los consumidores aprendan a identificar las cualidades de los productos que comen y sepan diferenciarlos para escoger los que más se ajusten a su dieta. Las grandes marcas de alimentación a menudo utilizan estrategias de marketing engañosas para ocultar la verdadera composición de sus productos.
Los reclamos saludables y llamativos de los gigantes de la alimentación en sus envases pueden ser tentadores, pero a menudo son solo medias verdades o incluso mentiras impulsadas por términos ambiguos pero vinculados a la salud como ‘high protein’, ‘natural’ o ‘light’ utilizados para crear una imagen saludable que no se corresponde con la realidad. Por ejemplo, un cereal puede proclamar ser "alto en proteínas", pero también puede estar cargado de azúcares u otros edulcorantes tan poco saludables como el azúcar.
Cuidado con los productos “light”
“Que un producto sea light no implica que sea bajo en grasas. Light hace referencia a que contiene un 30% menos de calorías, grasas, azúcares o sal que la versión convencional” explica Luis Cañada, fundador de FITstore.es.
A la hora de hacer la compra, hay que saber identificar a qué hace referencia la palabra light y si nos interesa. Para que un producto sea light estamos asumiendo que habrá un reemplazo inicialmente más saludable frente al producto original. Sin embargo, esto no siempre es así, pues para mantener las propiedades organolépticas son necesarios aditivos que acaban convirtiendo al producto en un listado casi infinito de ingredientes.
El engaño del ‘High Protein’
En los últimos años hemos sido testigos de cómo los productos con la etiqueta “alto en proteína” han inundado las baldas de los supermercados: desde yogures, cereales, pan, quesos… Son incontables los productos orientados, en teoría, hacia un estilo de vida más fit con un mayor consumo de las proteínas que se anuncian con impactantes letras blancas sobre un fondo negro. Sin embargo, hay técnicas para que el consumidor percibe mayor porcentaje proteico del que realmente tiene un producto.
“La industria alimentaria ha descubierto que los consumidores identifican los productos proteicos con un mejor rendimiento físico y con la buena salud en general, y lo está aprovechando para ofertar alternativas con más cantidad de proteínas, centrándose en lo específico y no en lo general, pues al final un producto no debe verse como una parte sino como un todo”, resume Cañada.
Hay que analizar los productos individualmente ya que entre los productos anunciados a bombo y platillo como ‘high protein’ encontramos algunos con unas cualidades nutricionales que los posicionan como sanos y otros que están lejos de serlo. “Hay productos que solo muestran parte de la realidad, ocultando otros ingredientes poco saludables o usando aminoácidos económicos que al final sirven para elevar los valores proteicos”, resume el especialista de FITstore.es.
“Normalmente es más saludable tomar un yogurt tradicional y consumir las proteínas a través de los alimentos que la aportan naturalmente, como la carne, pescados, legumbres o huevos, entre otros”, aconsejan desde FITstore.es. Es importante revisar la lista de ingredientes y la información nutricional para verificar realmente qué contiene el producto.
“La compra en los supermercados está preparada para que sea muy impulsiva, por lo que es fácil caer y no fijarse en lo que metes en el carro. Sin embargo, en un plazo inmediato vamos a poder comprar desde las propias aplicaciones de las redes sociales sin tener ni que derivar tráfico a las páginas web. Es algo que se implantará en España en pocos meses, primero en TikTok y posteriormente en otras plataformas. Además, muchos consumidores optan por utilizar la red para localizar productos específicos y comparar precios; lo que también permite que tengan más tiempo para ver las cualidades de cada producto y sigan esa mentalidad cada vez más extendida de primar la alimentación y el cuidado personal a través del consumo de productos más saludables”, sintetiza Luis Cañada, de FITstore.
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